Juan Carlos Cruz Vargas
Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- La inflación no logra ceder y se perfila para registrar una tasa superior a 4% por tercer mes consecutivo, luego de que en la primera quincena de septiembre el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se disparó a una tasa anual de 4.20%, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En los primeros 15 días del noveno mes del año, la inflación estuvo impulsada por el incremento del precio del jitomate que creció 11.32%; le siguió el de la cebolla que subió 7.79%; el de las colegiaturas de la primaria y de preescolar se elevó 3.39%; mientras que el de la secundaria aumentó 3.92%. En menor medida subieron los precios de la carne de res, del pollo y del gas doméstico LP.
En contraste, bajó el costo de los siguientes productos: papa y otros tubérculos, aguacate, naranja, agua embotellada, uva y servilletas de papel, así como de los servicios profesionales, turísticos en paquete y de telefonía móvil.
Al interior del INPC, la inflación subyacente que incluye alimentos, bebidas y tabaco –excepto agropecuarios–, además de mercancías no alimenticias, precios de vivienda y educación tuvo un crecimiento de 0.24% para colocarse a una tasa anual de 3.34% en la primera quincena de septiembre.
La inflación no subyacente aumentó 0.60% y dio lugar a una tasa de 7.09% anual. Este tipo de inflación está integrada por los productos agropecuarios y energéticos que se caracterizan por ser volátiles.
El Inegi precisó que el índice de precios de la canasta básica presentó un aumento de 0.26% en la primera quincena del mes en cuestión, así como una tasa anual de 4.99%, nivel superior a la inflación.
La inflación registrada en la primera quincena de septiembre sorprendió a los analistas quienes esperaban un resultado dentro del rango propuesto por el Banco de México que es de 3% (+/- un punto porcentual).
Los especialistas de BBVA Bancomer dijeron: “La inflación anual se mantendrá por encima del límite superior del rango de variabilidad de la meta de inflación al menos hasta octubre, antes de disminuir en los dos últimos meses del año. Sin embargo, los riesgos para nuestro pronóstico de inflación general de 3.8%, a fin de año están sesgados al alza, debido a los precios agropecuarios. Aunque ahora esperamos que los precios subyacentes ligeramente más altos en 2015, la ausencia de presiones de demanda continúa”.
Los economistas del Grupo Financiero Banamex señalaron “que el fuerte avance de los precios pecuarios y el hecho de que su regreso a los niveles previos será mucho más lento que lo esperado, son los principales elementos de preocupación. Por lo demás, no se aprecian presiones inflacionarias de consideración: la demanda interna permanece débil, disminuye la tasa anual de los precios de energía y el tipo de cambio sigue mostrando relativa estabilidad”.