Martín Hernández Alcántara
La Jornada
La ex hacienda de Chautla, en cuya remodelación se invirtieron 30 millones de pesos del erario, fue entregada a la cadena hotelera Grupo Misión, pero el contrato que especifica las obligaciones de este consorcio fue reservado por 10 años por el gobierno que encabeza Rafael Moreno Valle.
El 18 de enero de 2012, en San Salvador El Seco, el mandatario puso en marcha las obras de restauración de la ex hacienda de Chautla, y dijo que se haría una inversión cercana a 60 millones de pesos en dos etapas.
Según se explicó en esa ocasión, la primera etapa de restauración tendría una inversión de 7 millones 735 mil pesos y comprendió la instalación de adocreto en la vialidad de acceso, sistema eléctrico, saneamiento, pintura y remozamiento del castillo. En la segunda fase se ejercerían 40 millones de pesos.
El secretario de Turismo, Roberto Trauwitz, confirmó ayer el otorgamiento del inmueble y además se emitió un boletín que se transcribe a continuación:
“Como parte de la tercera etapa del rescate de la ex hacienda de Chautla, y con el fin de crear un polo de atracción turística que contribuya al desarrollo del estado, la presente administración ha destinado parte de este inmueble para la construcción e instalación de un hotel
“Con una inversión de 30 millones de pesos, el hotel cuenta con 94 habitaciones, restaurante, cafetería, sala de conferencias y eventos y estacionamiento, entre otros servicios.
Dentro de este inmueble, que pertenece al gobierno del estado, el espacio destinado al hotel está concesionado a Grupo Misión, quien se encargará de operar y de mantener en condiciones óptimas los espacios donde se ubica la zona de hospedaje.
“La operación del hotel se otorgó mediante licitación pública, siguiendo los procedimientos correspondientes como lo establece la ley para transparentar la concesión del espacio.
“El castillo, lagos, área de campamento, manantiales, áreas verdes y cabañas permanecen abiertos al público en general, con el objetivo de brindar espacios a los poblanos que fomenten la convivencia familiar y con ello recomponer el tejido social.
“La ex hacienda se mantuvo abandonada por décadas, el actual gobierno emprendió un proceso de rehabilitación, convirtiendo este inmueble en un polo de atracción turística que fomentará la llegada de turistas y resaltará los atractivos arquitectónicos”.