Beatriz Pereyra
Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- El jugador del América, Oribe Peralta y su amiga Esther Shueke Daniel mintieron en sus declaraciones ministeriales en el caso de extorsión que se desahoga en un juzgado penal del Distrito Federal.
La empresa Telcel ya entregó al juez 69 Penal el registro de llamadas del teléfono móvil de Esther Shueke Daniel, en el que no aparecen las supuestas llamadas que ambos declararon que hicieron y mediante las cuales se dio la presunta extorsión.
El pasado 19 de agosto, Peralta y Shueke denunciaron a las hermanas Natividad Arlem y Mercedes Torres Ricarte por el delito de extorsión. Ambas fueron detenidas por elementos de la Fiscalía de Secuestros, presuntamente “en flagrancia”, gracias a que Shueke hizo una denuncia vía telefónica ante esta corporación policiaca apenas unos minutos antes de reunirse con ellas para entregarles 250 mil pesos en efectivo que las indiciadas supuestamente le exigieron al jugador a cambio de no hacer públicas unas fotografías de él.
Una vez que las hermanas Torres fueron detenidas, el Ministerio Público inició la averiguación previa FAS/T1/921/14-08 que derivó en que el 27 de agosto se les dictara auto de formal prisión (Proceso 1975).
En la averiguación previa, tanto Peralta como Shueke declararon que del teléfono móvil de ésta, el 19 de agosto a las 8:00 de la mañana se comunicaron a un número con terminación 9621 que pertenece a Natividad Arlem.
De acuerdo con sus dichos, Peralta llamó a esta mujer porque “un amigo” –cuyo nombre se rehusó a revelar– le dijo que la muchacha lo estaba buscando y que si no la llamaba haría públicas las fotografías que ella le había tomado el día que se conocieron en una fiesta en enero de este año.
Apro posee copia del documento que Telcel entregó al juez, en el que no se encontró registro de ninguna de las llamadas que Shueke y Peralta declararon, bajo protesta de decir verdad, que realizaron a las hermanas Torres Ricarte.
En la averiguación previa está asentado que el futbolista y Shueke llamaron a las 8:00 de la mañana a Natividad Arlem, alias Harlem Márquez, y que ésta con amenazas e insultos le exigió 500 mil pesos para entregarle a Peralta las fotos.
De acuerdo con su declaración ministerial, Shueke y Peralta fueron a la casa de éste por el dinero –juntó 250 mil pesos– y llamaron otra vez Natividad a las 11:42 de la mañana para decirle que sólo tenía esa cantidad.
Según la denuncia, la mujer aceptó la suma y le dijo a Peralta que fuera al restaurante Los Arcos, en Insurgentes Sur, para entregarle las fotos antes de las dos de la tarde. Peralta le avisó que él no podía ir, pero que mandaría a alguien de su confianza. Shueke acordó con su amigo que ella entregaría el dinero y recogería las fotografías.
Según su declaración, como a Shueke le dio miedo ir sola, pidió apoyo a la Fiscalía de Secuestros y su simple dicho convenció a los policías de presentarse en el restaurante para apoyarla.
La amiga de Peralta declaró también que a las 12:19 volvió a marcar al mismo número con terminación 9621 y que le contestó otra mujer –que no era Natividad Arlem– a quien le dijo que ya tenía el dinero y que se verían en Los Arcos donde alrededor de las 14:30 horas las hermanas fueron detenidas.
De acuerdo con el registro de llamadas, la primera comunicación del número de Shueke, con terminación 1411, se hizo a las 9:49 horas del 19 de agosto a un número con terminación 7416, y no al número del teléfono móvil de Natividad Arlem que termina en 9621.
De este número Shueke recibió dos llamadas: una a las 9:57 y la segunda a las 10:10.
Después, a las 11:36, Shueke llamó a un número con terminación 6865 con clave lada 871 que corresponde a Torreón, Coahuila.
La siguiente llamada que entró o salió del número de Esther Shueke fue hasta las 15:56 horas, es decir, la llamada de las 12:19 horas que Shueke declaró ante el Ministerio Público que realizó a Arlem Torres desde el número con terminación 1411, tampoco existe.
El mencionado registro de llamadas ya forma parte del expediente que está en manos del juez que procesa a las hermanas Torres Ricarte por el delito de extorsión agravada.
Los dichos de Oribe Peralta y de Esther Shueke, así como las declaraciones de los policías que detuvieron a las hermanas Torres Ricarte y aseguraron los 250 mil pesos en efectivo –devueltos al futbolista el 20 de agosto– son, hasta ahora, las pruebas con las que las acusadas están siendo procesadas.
Las fotografías que son el móvil de la supuesta extorsión no forman parte de la averiguación previa.