Oficinas y comercios cierran ante el rumor de desórdenes.
ROBERTO RAMÍREZ BRAVO
La Jornada
Estudiantes de la preparatoria 5 de Omepetec y habitantes de Huajintepec, comunidad indígena de ese municipio, marcharon por las calles de esta ciudad y llevaron a cabo un mitin en el Zócalo en demanda de la presentación de los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa desaparecidos por la policía de Iguala el 26 y el 27 de septiembre.
A su paso, protestaron brevemente frente a la casa del gobernador Ángel Aguirre Rivero y concluyeron en la plaza pública.
La movilización, que no causó mayores problemas, sí generó una situación de sicosis entre habitantes de esta ciudad, cuna del mandatario estatal.
La preparatoria marchó para apoyar a los normalistas, y los habitantes de Huajintepec, porque uno de los jóvenes desaparecido es oriundo de esta comunidad.
El mitin se efectuó alrededor de las 11 de la mañana, pero desde las 9 se empezó a correr el rumor de que habría desmanes, y los negocios, particularmente los ubicados en la calle principal, bajaron sus cortinas, el ayuntamiento y oficinas públicas –como la Jurisdicción Sanitaria–, y las escuelas cerraron sus puertas, y una mujer, histérica, pasó llorando por las calles. La Batalla del Tigre, fiesta popular que se escenificaría en la calle Cuauhtémoc, se trasladó al barrio de Fátima, en un patio particular, ante el temor de incidentes.
En su muro de Facebook, el pintor Jaime Ignacio Santiago relató que estuvo en el mitin de los estudiantes “y no vi a las hordas que imaginó mi psicótica (por no decir chismosa) ciudad y que venían a destruir (hubo quien comentó hasta los objetivos) ‘a la tierra del gobernador’”.
También el poeta Amado Adolfo comentó en su muro que “los rumores, el drama, dan pena y sólo muestran ignorancia”, y resaltó que los manifestantes fueron estudiantes de la preparatoria 5 y habitantes de Huajintepec, pues uno de los desaparecios es de ahí. “Debemos ser solidarios y no se vale que persona y medios de comunicación provoquen el miedo”, finaliza.