Alan Miranda
Reforma
Cd. de México (18 octubre 2014).- La construcción del Tren de Alta Velocidad (TAV) México-Querétaro arrancará sin que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes tenga posesión de todos los terrenos para su trazo.
Las bases de licitación del proyecto señalan que la SCT no está obligada a tener liberada la totalidad del derecho de vía cuando arranquen las obras programadas para inicios del 2015.
«El contratista tendrá la obligación de iniciar la construcción de las obras en los tramos que se encuentren liberados, en los términos y bajo las condiciones establecidas en el calendario», indica la convocatoria.
La dependencia federal ya tiene un plan de emergencia en caso de que no logre adquirir todos los terrenos necesarios en menos de 24 meses a partir de la firma del contrato.
«Las obligaciones a cargo de el contratista serán ajustadas por la convocante, mediante un procedimiento de revisión del contrato para, en su caso, reflejar las variaciones en el pago y en las fechas de inicio de operación», detalla el documento.
La SCT tiene liberado entre 50 y 60 por ciento de los 209 kilómetros que conforman el derecho de vía, según estimaciones de las compañías que integran el único consorcio participante, conformado por China Railway Construction Corporation (CRCC) y las constructoras mexicanas GIA+A, Prodemex, Constructora Teya y GHP Infraestructura Mexicana.
Los terrenos liberados para el trazo incluyen los 42 kilómetros que hay entre la estación Buenavista y Huehuetoca, por donde actualmente corre el Tren Suburbano 1, así como un tramo no determinado del derecho de vía de las líneas ferroviarias de carga.
A inicios de este año, el subsecretario de Infraestructura de la SCT, Raúl Murrieta Cummings, encargado de proyectos carreteros, explicó que la licitación de los mismos suele arrancar cuando queda liberado el 40 por ciento del derecho de vía.
Específicamente sobre las carreteras, Marco Medina, analista de construcción de la firma financiera Ve Por Más, refirió que la liberación del derecho de vía es uno de los mayores problemas, pues provoca encarecimientos y retrasos en la ejecución.
Normalmente, el Gobierno federal es el encargado de liberar los terrenos, pero en el caso del Tren de Alta Velocidad México-Querétaro, esta responsabilidad sería compartida.
Pablo Puig, representante del consorcio participante, explicó que, en caso de ganar, ayudarán a gestionar la compra de la tierra.
