Juan Carlos Cruz Vargas
Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).— El reclamo de la industria automotriz al gobierno de Enrique Peña Nieto subió de tono ante los rezagos estructurales que vive el mercado interno y que mantienen las ventas de este sector en números “débiles”.
Al inaugurar el Foro Automotor 2014, organizado por la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), el presidente de esta asociación, Guillermo Prieto Treviño, puso el dedo en el renglón de la inseguridad, la cual “lejos de controlarse, se ha acentuado en muchas ciudades donde se encuentran los distribuidores”.
Como muestra, el directivo aseguró que la inseguridad se convirtió en un problema para las agencias porque el crimen organizado se infiltró hasta en posiciones de vendedores. “Y no se puede acusar a la persona porque son gente que localiza toda la información del dueño de la agencia y viven bajo amenaza”.
Prieto Treviño alertó: “Aún cuando mediáticamente pareciera que esto se empieza a controlar, la realidad es otra y se ha acentuado en muchas ciudades en donde se encuentran nuestros distribuidores. Y para muestra, los últimos acontecimientos políticos, económicos y sociales que se han vivido en las semanas recientes, que no debemos subestimar por los efectos que estos pueden tener en la confianza y en las inversiones”.
Fue más allá: “Sobre esto, es importante reflexionar que la visión que se tiene de México en el mundo resulta a veces ser diferente a la que todos los días vivimos y percibimos en casa”.
El 2014 no ha sido un buen año para la industria automotriz ya que desde el inicio del año diversos factores como el efecto de la reforma fiscal en el poder adquisitivo de la gente, los bajos niveles de confianza del consumidor y las revisiones a la baja respecto del crecimiento económico nacional, provocaron que por primera vez desde el 2009, la industria registrara cifras con crecimientos negativos en la venta de automóviles ligeros nuevos y una muy importante disminución en la comercialización de camiones.
La industria estima que al finalizar este año habrá ventas de alrededor de 1 millón 120 mil unidades; menos de lo que las agencias comercializaban en el 2005.
Este sector representa casi 5% del PIB y 24% del PIB manufacturero. Además, es uno de los sectores que genera mayor empleo –más de un millón directos y casi otro tanto de indirectos– y es un contribuyente importante en el pago y la recaudación de impuestos, así como promotor de la formalidad.
Guillermo Prieto lanzó la alerta al gobierno de Peña Nieto: “Es aquí, precisamente, que los encargados del diseño e instrumentación de las políticas públicas deberían de alinear sus intereses para aprovechar y cuidar el mercado interno como uno de los principales motores que generan efectos multiplicadores en la generación de empleos, y sobre todo, en el crecimiento económico que todos los mexicanos anhelamos ya desde hace mucho tiempo”.
Pero las preocupaciones de la AMDA se extienden a la importación “indiscriminada” de autos usados provenientes de Estados Unidos; a la falta de financiamiento para que la población pueda adquirir un auto, pese a la promesa de la reforma financiera sobre el acceso al crédito; así como a los altos niveles de informalidad que prevalecen en el país.
Sobre este último factor, la AMDA se quejó de que no se hace “nada” para meter en cintura a los millones de personas que laboran y obtienen ganancias en el sector informal.
Prieto Treviño lanzó: “La cancha no está pareja para quienes operamos en la formalidad, en contraste de quienes operan al margen de la ley o en la total informalidad; además de que no vemos ningún incentivo a que los informales se regularicen. Esta es una competencia desleal por cualquier lado que la miremos”.
51% de las ventas, de importación
La AMDA soltó que pese a la regulación de la importación de autos provenientes de Estados Unidos, del 2005 al segundo semestre del 2014, han entrado al país 7.4 millones de automóviles lo que representa 80% de las ventas de vehículos nuevos en el mismo periodo.
Con datos acumulados de enero a agosto de este año, la importación es de 356 mil autos y representa 51% de las ventas.
Sobre el financiamiento, la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores enfatizó que el problema radica principalmente en la dificultad para recuperar las garantías, tema que se abordó de manera parcial en la reforma financiera al agilizar el procedimiento.
“Pero aún estamos lejos de alcanzar los estándares internacionales que requerimos. Asimismo, debemos desarrollar diversos esquemas tanto con la banca comercial como con la de desarrollo”, aseguró.
“Parte de poder financiar más está directamente relacionada con un mayor crecimiento económico y con incrementar el poder adquisitivo de los agentes económicos, principalmente en el sector de la clase media, así como de ser más creativos e innovadores en productos y servicios”, soltó Guillermo Treviño.
Lo cierto es que el gobierno de Peña Nieto atribuye directamente el crecimiento a las reformas estructurales, mismas que si se implantan de la manera correcta, arrojarán a México un crecimiento de 5%. No obstante, la misma industria automotriz advirtió que ante la elevada informalidad y corrupción en las instituciones “será complicado poder implementar las reformas”.