- La ayuda humanitaria es una costumbre para La Habana, resalta la OMS
- Los médicos de la isla conocen “la realidad” de ese continente; les cuestionan el salario que cobran
DPA
La Habana. Un país pequeño y pobre tiene el mayor contingente nacional de médicos para luchar contra el ébola: la reacción de Cuba ante la emergencia sanitaria en África ha llenado de elogios en las pasadas semanas a la isla caribeña, un país que suele ser criticado a menudo por la persecución de disidentes políticos.
La Habana ha enviado 256 personas para luchar contra la epidemia en África occidental y ha prometido 200 más. El presidente Raúl Castro ha acudido siempre al aeropuerto a despedir con un apretón de manos a los médicos y sanitarios, un “ejército de batas blancas” en palabras de su hermano, el ex mandatario Fidel Castro. ¿Pero por qué es capaz Cuba de liderar la respuesta internacional a la peor epidemia de ébola de la historia?
La ayuda humanitaria para naciones “hermanas” es una costumbre para Cuba desde hace décadas, considera el representante en La Habana de la Organización Panamericana de la Salud (OPS)y la Organización Mundial de la Salud (OMS), José Luis Di Fabio.
La isla “tiene una tradición de más de 50 años de trabajo en países de África y en la región de América, con atención de salud a las poblaciones más vulnerables”, explicó recientemente Di Fabio en el marco de un encuentro internacional en La Habana sobre la crisis del ébola.
Las misiones en otros países “forman parte de la educación médica” en la isla, valoró. Después del terremoto en Haití en enero de 2010, las brigadas cubanas fueron de las primeras en llegar al país antillano.
El gobierno de La Habana envió a comienzos de octubre a 165 cooperantes a Sierra Leona. Otros dos grupos de 91 sanitarios partieron el mismo mes a Liberia y Guinea Conakry, los dos otros países más afectados por el ébola en África. Sólo Médicos Sin Fronteras ha desplegado más colaboradores en la región.
Estados Unidos aporta sobre todo apoyo logístico con cientos de efectivos militares y al menos 260 millones de dólares en ayudas. También las naciones de la Unión Europea y China aportan principalmente fondos.
Los médicos cubanos, en cambio, conocen el terreno, apunta Di Fabio. “Muchos de ellos tienen misiones ya hechas en países de África, o sea que conocen la realidad”, consideró.
La isla, presumía el presidente Raúl Castro al inaugurar el encuentro internacional en La Habana, ha tenido desde el triunfo de la revolución de 1959 a 76 mil colaboradores en más de 39 países de África. “En la actualidad, más de 4 mil asistentes cubanos de la salud laboran en 32 países africanos”, agregó.
En el centro de ayuda humanitaria cubana estuvieron siempre América Latina y África. En las primeras décadas del castrismo el apoyo estuvo destinado sobre todo a movimientos guerrilleros afines, como en la guerra de Angola en los años 70 y 80.
En el tiempo reciente, sin embargo, la ayuda se centra en las misiones médicas. En Haití, Bolivia, y varios otros países latinoamericanos operan brigadas cubanas que realizan cirugías para la vista o brindan atención primaria gratuita.
Cuba cuenta para ello con amplias reservas de capital humano. De acuerdo con cifras de la OMS, la isla tiene una de las tasas de médicos por habitante más alta del mundo. Según datos oficiales, los 11 millones de cubanos cuentan con más de 580 mil trabajadores en el sector salud, unos 83 mil de ellos médicos.
Las cifras fueron una apuesta personal de Fidel Castro. Después de 1959, más o menos la mitad de los 6 mil médicos de entonces huyó a Estados Unidos. En sus habituales disputas ideológicas con Washington, el histórico líder cubano acusó al país del norte de fomentar el éxodo. Y apostó por la formación masiva.
En los centros cubanos se han formado también más de 29 mil profesionales de África y América Latina, según Raúl Castro. Y pese a la crónica crisis económica en la isla, el sistema sanitario cubano sigue siendo considerado como uno de los mejores en la región.
Retribución monetaria
El gobierno quiere aprovechar también éxito de las misiones para llenar las arcas públicas: la apuesta es ya no sólo por la ayuda humanitaria, sino también por la prestación de servicios en el extranjero.
Se calcula que hasta 30 mil cubanos trabajan actualmente en las misiones médicas sociales del gobierno chavista en Venezuela. A cambio, La Habana recibe de Caracas hasta 100 mil barriles de petróleo al día en condiciones preferenciales.
También Brasil firmó el año pasado un contrato con Cuba y la OPS para llevar asistencia médica a las regiones más desfavorecidas del país. Más de 11 mil médicos de la isla trabajan en tanto en el gigante sudamericano, según cifras publicadas en el diario Granma.
Las misiones también han deparado críticas al castrismo por los bajos sueldos que perciben los médicos en la isla, de alrededor de 60 dólares mensuales en promedio para los mejor remunerados.
Muchos quieren por eso trabajar en misiones en el extranjero, donde reciben mejores salarios. Sus ingresos, sin embargo, son menores al monto pagado por los empleadores. Aunque Brasil paga de promedio unos 4 mil dólares por médico, se calcula que los cubanos reciben menos de mil. Profesionales brasileños tildaron en 2013 por ello de “esclavos” a sus colegas.
Críticas recientes se han centrado también en las condiciones de los sanitarios que viajan a África, que no serán repatriados en caso de contagiarse con la enfermedad que ha dejado ya casi 5 mil muertos desde el comienzo del brote. “Es una decisión que se tomó por las dos partes”, confirmó Di Fabio.