¿Y por qué les siguen llamando «autoridades» si están reconociendo que no son más que secuestradores y asesinos? ¿Por qué seguir con la simulación y la indignidad?
Fernando Camacho Servín
La Jornada
Las desapariciones forzadas no son un hecho aislado, sino un delito que cometen las autoridades mexicanas de forma sistemática desde hace muchos años, como parte del “terrorismo de Estado” para intimidar y desmovilizar tanto a los grupos que se organizan y protestan, como a la población en general, afirmaron representantes de organizaciones sociales.
Frente al Hemiciclo a Juárez, activistas de diversos colectivos realizaron un mitin para exigir la presentación de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos desde el pasado 26 de septiembre, y recordar que estos jóvenes forman parte de las miles de víctimas de este delito que ha habido desde hace décadas.
Nadin Reyes, del Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos “Hasta encontrarlos”, denunció que las desapariciones forzadas se cometen de forma sistemática, y no sólo contra luchadores sociales, sino también contra el pueblo en general.
“Rechazamos las hipótesis del Estado mexicano al decir que este (el de Ayotzinapa) es un crimen aislado, cometido por la delincuencia organizada, cuando todos sabemos que la aprehensión y entrega fue hecha por policías municipales, pero también en complicidad con un batallón del Ejército”, subrayó la activista.
Como parte del mitin, colocaron en el Hemiciclo las figuras de varias personas que han sido víctimas de desaparición forzada, entre ellos Rosendo Radilla, Edmundo Reyes Amaya y Teodulfo Torres.
Participaron el Comité Cerezo México, el Frente Nacional de Lucha por el Socialismo, la Organización Campesina de la Sierra del Sur, el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui y familiares de los jóvenes mexicanos fallecidos en 2008 en Sucumbíos, Ecuador.