Fernando Camacho Servín
La Jornada
México, DF. Una gran cantidad de periodistas y fotógrafos fueron agredidos por la policía ayer en la marcha convocada por los padres de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, a pesar de que muchos de ellos se identificaron claramente de manera verbal o con gafetes, lo cual demuestra la incapacidad de los agentes para contener manifestaciones públicas, señaló Francisco Sandoval, oficial adjunto en protección de la organización Artículo 19.
Entre los comunicadores agredidos, detalló el activista en charla con La Jornada, se encuentra Marlene Mondragón, de la agencia de noticias Subversiones, quien fue azotada contra una pared por los agentes cuando trataban de arrestarla, y cuando la dejaron ir y fue escoltada junto con otras personas hacia otra zona distinta a la de los enfrentamientos, fue fotografiada de manera insistente.
De igual manera, resultaron agredidos el reportero Juan Omar Fierro, de MVS Radio, quien fue golpeado con un tolete en el estómago pese a haberse identificado; Angel Huerta García, de Radio Zapote, y Eduardo Verdugo, fotógrafo de la agencia AP, cuyo equipo de trabajo fue robado por los policías.
Por otra parte, la reportera María Idalia Gómez, de 24 horas, fue lanzada al suelo por manifestantes que trataron de robarle su teléfono celular para evitar que tomara fotos con él. Aunque no perdió su herramienta de trabajo, al parecer resultó con una fractura en la muñeca.
«Esto demuestra que la policía no está respetando el derecho a la libre manifestación. Si hay actos que ponen en riesgo la seguridad, que actúen contra ellas, pero lo hacen indiscriminadamente contra periodistas, familias, niños o personas de la tercera edad», enfatizó Sandoval.
