Fernando Camacho Servín
La Jornada
El pasado 23 de noviembre, dos defensores de derechos humanos que ya habían recibido amenazas de muerte fueron asesinados a balazos, poco después de haber acudido a las vías del tren en el municipio de Tequixquiac, estado de México, a ofrecer comida a migrantes indocumentados que transitan por esa zona, informó el colectivo Ustedes somos nosotros.
Andrea González, integrante de la agrupación, explicó en conferencia de prensa que los activistas –a quienes sólo identificó con los nombres de Adrián y Wilson– murieron el domingo anterior poco después de las 17:40 horas, al recibir varios balazos a quemarropa.
Adrián, de 39 años de edad, era conocido en Tequixquiac desde hace mucho tiempo por su labor de apoyo a los migrantes indocumentados, a quienes daba alimentos cuando La Bestia reducía la velocidad, detalló.
Por su parte, Wilson –pareja sentimental de Adrián– era un joven de origen hondureño que decidió permanecer en el país ante la dificultad del cruce hacia Estados Unidos, y colaboraba también en las labores de ayuda humanitaria a migrantes.
Ambos se encontraban en peligro desde hace varios meses, explicó González, debido a que los grupos de la delincuencia organizada que operan en la zona los habían amenazado por obstaculizar sus actividades de extorsión y secuestro a indocumentados, y aunque denunciaron estos hechos ante la Procuraduría General de la República, nunca se les protegió ni se investigaron sus dichos.
Jorge Andrade, también integrante de Ustedes somos nosotros, denunció que el ataque contra Adrián y Wilson se enmarca en una atmósfera de “violencia constante” por los criminales en contra de los indocumentados en sitios como Lechería, Tultitlán, Huehuetoca, Tequixquiac, Apazco y Bojay, donde existe total impunidad por la complicidad entre policía y los delincuentes.