- Anuncian la apertura de inscripciones del Taller Cinematográfico Mantarraya
- La desculturización, uno de los factores, afirma Carlos Reygadas
- Lo malo de lanzar la idea de prohibir las marchas es que consiguen algo peligroso, señala Amat Escalante
Arturo Cruz Bárcenas
La Jornada
“¿México? ¿Qué puedo decir? Todos estamos embarrados de mugre, porquería y sangre. ¿Lo de Ayotzinapa?… No sé. Ahora quieren limitar las marchas, que las quieren pacíficas… Cierto, no estamos como en Argentina en los años 70, cuando había un plan de exterminio del Estado, y acá hay un programa social y todo lo que está ocurriendo es como el fin de un embudo”, expresó el pasado miércoles Carlos Reygadas, durante una conferencia de prensa realizada en el Cine Tonalá, en la Roma.
El contexto de lo declarado fue el anuncio de la apertura de inscripciones para el Taller Cinematográfico Mantarraya, en el que profesionales enseñan a partir de su experiencia, de un ejercicio práctico.
Reygadas añadió: “Lo que pasa en México es por varios factores, entre ellos la desculturización, proceso que se ha llevado a cabo los pasados 50 años; por el clientelismo y el abuso y el abandono de gobiernos y gobiernos priístas; el triunfo total del capitalismo, en su vertiente consumista más absurda, y la terrible e infame influencia perniciosa de la televisión, y no me refiero sólo a los programas de información, que eso es algo ya muy hablado, sino al contenido ¡total!
“Eso ha desembocado en el punto en el que estamos de fango. ¡Todos metidos hasta dentro! ¡Todos! Los políticos y, lamentablemente, el propio pueblo.”
Patético
Se le hace ver que al mexicano se le ha colgado la mala fama de olvidar rápido una desgracia, un agravio. Opinó: “Lo de Ayotzinapa es patético, pero ¿cuántos son? ¿43 al día, a la hora? Estamos en un nivel de putrefacción enorme, siniestro, del que todavía no somos conscientes. No puedo hablar en términos políticos de corto alcance, porque no lo puedo asimilar aún. Sólo siento que estamos ahogándonos.”
Por su parte, Amat Escalante, parte de este programa académico, dijo: “Ahora quieren limitar las marchas de protesta… Quieren hacer un Estado muy anticuado, como el de otras regiones del mundo. Eso es preocupante, pero no creo que lo logren.
“Lo malo es que con lanzar esa idea ya consiguen algo peligroso.
“Sobre lo de Ayotzinapa, pienso lo que la mayoría: es algo triste y quisiera hacer más de lo que he hecho. La sola idea de limitar las marchas habla de un Estado bastante macabro y sospechoso, que no busca lo mejor para el pueblo. Todas las marchas en las que he estado son pacíficas, hasta el final, cuando aparecen unos sospechosos, que pienso que son parte del gobierno, para que las personas se espanten y se vayan. Todo parte de una gran mentira que se arma para descalificar, golpear y debilitar a la ciudadanía y sus derechos.
“Esto requiere de mucha paciencia, sobre todo del futuro de los que hoy son bebés, niños, que son los que deberán hacer algo. Saben muy bien a quien golpear. Sí, ahora se les pasó la mano porque les está yendo mal con la opinión pública. Quieren que se mantenga la ignorancia. Cada generación ha tenido este tipo de situaciones, como la del 68. Si este fuera otro país ya hubieran quitado al gobernante, o renunciaría. Nos falta mucho como sociedad.”
Reygadas agregó que actualmente trabaja en una nueva película, la cual aún no tiene nombre. “Estará lista para el final del año que viene… ¿El ritmo? No sé si lento o violento, pero ojalá sea un ritmo cadencioso”.
Amat Escalante expuso que está trata de darse tiempo para hacer otra película. “He estado viajando, para estar más tranquilo para poder crear. La obra se llamará La región salvaje… por ahora… ¡pero no es de narcos ni nada de eso! Es a través de películas como expreso mis sentimientos hacia el país. No, aún no veo La dictadura perfecta, pero sí sé que hay fórmulas para desviar la atención sobre ciertos problemas. Yo creo que de que hay soluciones las hay, porque hay países que están mejor. No somos de lo peor, pero sí estamos mal”.