Ezequiel Flores Contreras
Proceso
CHILPANCINGO. Gro., (proceso.com.mx).- El recién designado jefe de la Policía municipal de Iguala, Jorge Berrios Flores, se desempeñó como chofer del exsecretario de Seguridad Pública de ese municipio, Felipe Flores Velázquez, quien se encuentra prófugo de la justicia y es considerado por el gobierno federal como pieza clave en el caso de la masacre y desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa.
El pasado martes 2, la administración del gobernador interino, Rogelio Ortega Martínez, presentó a Berrios Flores como nuevo jefe policiaco en Iguala, destacando -mediante un comunicado oficial- que el 16 de marzo recibió el nombramiento como “oficial acreditable” de operaciones por parte de la Secretaría de Seguridad Pública estatal.
“Dicho nombramiento le permite cumplir con el perfil profesional que la ley establece para desempeñarse como titular de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal en Iguala”, indica el comunicado oficial del «gobierno» estatal.
No obstante, el gobierno de Ortega Martínez omitió que Berrios Flores se había desempeñado como chofer del exsecretario de Seguridad Pública de Iguala, Felipe Flores Velázquez, acusado por el gobierno federal de recibir al menos 600 mil pesos mensuales para poner al servicio de la delincuencia la coordinación policiaca.
Un reporte oficial al que tuvo acceso Proceso indica que Jorge Berrios fue chofer de Flores Velázquez durante la administración de su primo, el defenestrado exalcalde José Luis Abarca Velazquez, señalado como responsable de la campaña de exterminio realizada por policías y sicarios al servicio del grupo delictivo Guerreros Unidos en contra de normalistas de Ayotzinapa.
A pesar de este antecedente, el gobierno de Ortega lo propuso en el cargo y las autoridades federales no han realizado alguna investigación para determinar si el nuevo jefe de la policía de Iguala habría tenido alguna responsabilidad en los trágicos hechos registrados durante la noche del 26 y madrugada del 27 donde policías municipales y sicarios asesinaron a siete personas, tres de ellos normalistas, hirieron a más de una decena de personas y desaparecieron a 43 estudiantes de Ayotzinapa.
