Redacción Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- En medio de las protestas por el asesinato de la joven enfermera Érika Kassandra Bravo Caro, en Uruapan, el gobernador de Michoacán, Salvador Jara Guerrero, afirmó que se trata de “un hecho aislado” y descartó emitir una alerta de género.
Pese a que se trata del segundo feminicidio en menos de una semana, Jara Guerrero afirmó que considerar una declaratoria de ese tipo sólo podría generar psicosis en la sociedad y “si uno hace mucho ruido, se pueden salir las cosas de control”.
En entrevista, Jara Guerrero precisó que para evitar una psicosis no se debería discutir públicamente si se emite una alerta de género porque son cuestiones de seguridad que “hay que tratarlas con muchísimo cuidado”.
Una alerta de género suele emitirse en entidades donde los asesinatos de mujeres ocurren de forma sistemática, enfatizó.
En el caso específico del asesinato de Erika Kassandra “primero hay que tener toda la información y toda la evidencia”.
Jara Guerrero afirmó que es prioridad para su gobierno esclarecer en breve el asesinato de la joven enfermera y aseguró que las investigaciones para identificar al responsable del crimen avanzan “positivamente”, pero no dio más detalles.
Sólo indicó que instruyó a los titulares de la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJ) y de la Secretaría de Seguridad Pública a que investiguen “rápido y a fondo” las causas del crimen para dar con los responsables. “Si se resuelve rápido este terrible crimen podría ayudar muchísimo”, expresó.
El gobernador michoacano reconoció que los familiares y amigos de Erika, así como la ciudadanía en general “tienen todo el derecho de manifestarse, tienen toda la razón de estar inquietos y molestos, todos lo estamos, no nada más ellos”.
Sin embargo, los llamó a evitar que sus manifestaciones deriven en actos que podrían configurar hechos delictivos, ya que “no se puede defender la justicia con actos violentos”.
“Yo estoy comprometido a que vamos a resolver ese crimen en breve. Es nuestra prioridad en este momento, fue terrible y no podemos permitir que se repita”, recalcó.
Los uruapenses realizaron hoy por tercer día consecutivo una movilización para pedir justicia por el asesinato de Erika Kasandra y la renuncia del presidente municipal Aldo Macías Alejandres.
Alrededor de 10 mil personas marcharon de la Pérgola de Uruapan a la presidencia municipal la mayoría de ellas vestidas de blanco.