Patricia Mayorga
Proceso
CHIHUAHUA, Chih. (apro).- Los grupos delictivos que se disputan las plazas de la Sierra Tarahumara desde octubre pasado volvieron a chocar en las comunidades indígenas de Cerocahui y Bahuchivo, municipio de Urique, con un saldo de seis sicarios muertos.
De acuerdo con la Fiscalía Zona Occidente, agentes de la Policía Estatal y Ministerial se apersonaron en dichos sitios después de la refriega y aseguraron un vehículo, dos armas de fuego y tres radios de comunicación. No hubo detenidos.
Las víctimas, todas originarias de Urique, son: Lorenzo Antonio Portillo Gil, de 31 años; Vicente Eleviel Beltrán Jiménez, de 20; Claudio Beltrán Castillo, de 32; Juan Manuel González Valenzuela, de 19; Juan Castillo Salome, de 32, y Gustavo Núñez Mancinas, de 30.
La camioneta decomisada es una pick up Chevrolet gris y las armas son una calibre 9 milímetros y otra 7.62X39, ambas con cargador abastecido, tres radios de comunicación portátiles y un casco antibalas.
Desde octubre pasado, cuando inició la temporada de cosecha de marihuana y amapola, grupos del Cártel de Sinaloa se enfrentaron con bandas rivales en Guachochi, entre otras comunidades. En su incursión, dejaron más de 20 personas muertes, entre ellas una familia de agricultores indígenas de los cuales dos eran estudiantes, además de sembrar el terror.
Luego de ese primer enfrentamiento, el Cártel de Juárez comenzó a disputar también la plaza y protagonizó un zafarrancho con el Cártel de Sinaloa en el municipio de Bocoyna. También ha librado batallas en las comunidades de Balleza y Mahuarichi, entre otras.
Según habitantes y trabajadores del gobierno estatal, los grupos criminales se desplazaron en diciembre último al municipio de Batopilas, a donde han impedido incluso que personal de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) imparta talleres sobre violencia intrafamiliar.
En otro momento, impidieron la entrada a una de las comunidades, a trabajadores de la Comisión Estatal de la Vivienda (Coesvi).