México, 3 de marzo 2015 (NOTIGODÍNEZ).- La violencia no para en Iguala y ha empeorado desde que el operativo federal de «seguridad», ordenado por Peña Nieto, se instaló en el municipio con efectivos del Ejército Mexicano, «Gendarmería» y policías federales, tras la salida del narco-alcalde perredista José Luis Abarca y su mujer María de los Ángeles Pineda Villa, lideresa del cartel de los «Guerreros Unidos» que sigue operando en la entidad.
Esta mañana, cuatro integrantes de una familia, entre ellos dos ancianos, fueron asesinados a balazos en Iguala, Guerrero, pese a que la zona es intensamente vigilada por corporaciones policiacas federales y el Ejército.
Elementos de la Gendarmería recibieron el reporte de personas heridas de bala desde el número de emergencias 066. Al arribar al punto señalado, hallaron a las cuatro víctimas asesinadas al interior de su domicilio cuya ubicación no ha sido revelada hasta el momento.
Los occisos fueron identificados como Marco Robles Rojas, de 67 años de edad, su esposa Arminda Ávila Sánchez, de 64, así como sus dos hijos Marcos y Carlos Robles Ávila, de 39 y 20 años. No hay ninguna pista para aclarar los motivos de la masacre contra esta familia.
La ciudad de Iguala ha ganado notoriedad incluso a nivel internacional tras la desaparición de 43 normalistas de la Escuela Normal Rural «Raúl Isidro Burgos» de Ayotzinapa. El 26 de septiembre de 2014, los jóvenes realizaron una colecta durante un acto público de la esposa del alcalde en el centro del municipio. Cuando regresaban a sus hogares, fueron interceptados por policías municipales quienes balearon el autobús en el que viajaban, matando a tres normalistas y a otras tres personas. Posteriormente, 43 estudiantes fueron secuestrados por los municipales en presencia de agentes federales y elementos militares.
Presionado por la exigencia de justicia, el régimen usurpador de Peña Nieto, en voz de su empleado Miguel Ángel Osorio Chong, anunció un “plan especial de seguridad” para la región de Tierra Caliente, que abarca 36 municipios en los estados de Guerrero, Michoacán, Estado de México y Morelos. Entre ellos se encuentra el violento municipio de Iguala. Sin embargo, tras la puesta en marcha del operativo, la violencia se ha desatado con particular intensidad desde principios de este año. En enero se registraron 138 homicidios.
Durante la última semana de febrero y los primeros días de marzo, al menos 18 personas han sido ejecutadas, cinco con heridas de bala y un soldado del 27 batallón muerto en un «accidente» en una operación, además de una persona secuestrada, según detalla un resumen de la violencia en Iguala publicado este día por el portal Sinembargo.
En sólo una semana, una mujer embarazada fue acribillada junto a su hijo, un médico fue tiroteado en la cabeza, un representante agrario fue ejecutado a la puerta de su casa, dos jóvenes fueron baleados en pleno centro, tres cadáveres fueron hallados junto al río San Juan, lugar donde la PGR señaló que sicarios tiraron los restos calcinados de los 43 normalistas y seis ejecutados.
El viernes pasado se registró un baño de sangre que dejó seis personas muertas, fue uno de los municipios seleccionados. Las «autoridades» atribuyeron las seis ejecuciones a una fracción de «Los Rojos», grupo rival de los «Guerreros Unidos» a quienes el priista Murillo Karam culpó de haber asesinado y calcinado a los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos.
La violencia no cede. Ayer por la tarde, cerca de las 17:00 horas, se reportó el plagio de un hombre de 26 años, peón de albañil que salía de su trabajo cuando sujetos armados a bordo de una camioneta Honda CR-V blanca sin placas lo secuestró sin razón alguna. Se informó que fuerzas federales, estatales y gendarmes iniciaron un operativo para buscar a la persona plagiada, sin que hasta la noche de ayer se reportaran resultados o el hallazgo de la víctima, cuya identidad se desconoce hasta el momento.
Hoy fue otra familia asesinada a quemarropa. Y si nos seguimos esperando a ver si «ahora sí» en 2018 le respetan el triunfo al «mesías» –que de todos modos no será capaz de resucitar a los muertos–, el baño de sangre seguirá extendiéndose hasta que nos ahoguemos todos. El momento para salvar el país es AHORA MISMO, no mañana ni en 2018. ¿Qué más tiene que pasar para que caigamos en la cuenta?
Con información de Sinembargo
Seguros estamos muchos que de retirarse pena nieto, bajo cualquier forma o circunstancia, el mexico de hoy se transformaria al compas de la participacion de todos y cada uno de los mexicanos.