México, 17 de junio 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Con la llegada del asesino de Atenco al poder, México se consolidó como el país más violento de América Central y el Caribe, así como el segundo más violento de todo el continente americano. Globalmente, también perdió posiciones quedando en los últimos lugares en índice de paz.
Aunque las cifras de violencia se vienen arrastrando desde la falsa guerra contra el narco emprendida por el genocida Felipe Calderón, la llegada de Peña Nieto fue un parteaguas en la historia de México en términos de homicidios y asesinatos de civiles a manos de fuerzas federales e incluso del Ejército mexicano.
De acuerdo con datos del Índice de Paz Global (IPG) 2015 del Instituto para la Economía y Paz (IEP), citados hoy por el diario El Economista, a nivel mundial México está ubicado en el lugar 144 de 162 países medidos por sus niveles de paz social, mientras que en la región de América Central y el Caribe, nuestro país ocupa el sitio 12, es decir, el último lugar.
En todo el continente americano, México ocupa el penúltimo lugar por arriba sólo de Colombia (146 global). El IPG cataloga a ambos países como de muy bajo nivel de estado de paz, considerando parámetros como niveles de violencia, criminalidad, gasto militar y la participación del país analizado en guerras internas o externas.
La falsa guerra contra el narco de Calderón, continuada por el asesino de Atenco, que ha desatado niveles de violencia sin precedentes en la historia moderna de México, también ha causado daño al Producto Interno Bruto (PIB) derivado de los gastos en armamento y los costes relacionados con los homicidios.
En ese sentido, México se ubica dentro de los 10 países con los mayores costos derivados de la violencia, equivalentes a más de 221 MIL MILLONES DE DÓLARES, ocupando el sexto sitio de los países que más gastan en ese rubro. El oneroso despilfarro revela la ineficacia del régimen que en realidad es desinterés por combatir y resolver el problema, porque un régimen de suyo ilegítimo y violento no se combatirá a sí mismo.
Debido al incremento súbito de la violencia desde que Peña se robó el poder en 2012, México es uno de los países que han contribuido a que el nivel promedio de paz mundial disminuyera en los últimos años, aunque por lo mismo, la distribución de la violencia no ha sido uniforme en todos los países y sólo se ha concentrado en ciertas regiones. Lamentablemente nuestro país es una de ellas.
Para revertir esta realidad mexicana, se requiere necesariamente derrocar a los actuales usurpadores que llegaron al poder con violencia y son los primeros en utilizarla como herramienta de dominación. La primera acción para tumbarlos es DEJAR DE FINANCIARLOS a través de los altos impuestos que cobran sobre todo a la comida chatarra que es adictiva. Su plan con maña consistió justamente en cobrar impuestos a las drogas legales que la gente consume, para compensar los ingresos petroleros que regalaron a las trasnacionales. Por lo tanto, EL NO CONSUMO ES LA CLAVE PARA DERRIBARLOS.
Con información de El Economista