México, 29 de octubre 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Como siempre, las groseras promesas engañabobos de un régimen cuyo origen es ilegítimo, se traducen en cada vez peores condiciones de vida. Es el caso del costo de los combustibles, que desde 2012 a la fecha, han subido de precio como nunca en la historia dañando la economía de millones de familias.
De acuerdo con la agencia Proceso, un estudio del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) vaticinó que el precio de las gasolinas podría dispararse hasta 18 por ciento en el siguiente año, evidenciando una vez más la falsedad en el discurso «oficial» del régimen usurpador peñista y sus esbirros en el «congreso».
El análisis del organismo revela que cada litro de gasolina Magna, la más consumida en este país, podría alcanzar un costo de 15.97 pesos el año entrante, esto es, un aumento del 18 por ciento. De ese nuevo costo por litro, 42.6 por ciento debe agradecérsele al «nuevo» impuesto –pero no digan que es «nuevo» porque se ofenden los «diputados»– aprobado en la miscelánea fiscal 2016.
En tanto, la gasolina Premium de alto octanaje, alcanzaría un costo de 15.37 pesos por litro, registrando un alza de 6.9 por ciento respecto de este año para comercializarse en 15.37 pesos por litro en 2016.
El estudio del CIEP toma en cuenta la cuota fija a las gasolinas que aprobó la Cámara de Diputados y otros supuestos, como el precio de referencia con el que se vende el combustible en la Costa del Golfo de Estados Unidos, el tipo de cambio aprobado por los diputados en la Iniciativa de Ley de Ingresos (LIF), la inflación esperada para 2016 según los Criterios Generales de Política Económica (CGPE), el Impuesto Especial a la Producción y Servicios (IEPS) al carbono, un IVA de 16 por ciento y la cuota estatal de IEPS.
Los «diputados» explicaron que el impuesto especial aprobado a las gasolinas es el mismo que hasta el momento se venía aplicando, sólo que a partir de 2016 se considerará con tasa fija –de 4 pesos en promedio– y lo que variará serán los precios del combustible, que se liberalizarán a la oferta y la demanda. Así, la recaudación de impuestos no se verá afectada por la caída de los “petroprecios”.
El régimen apuesta a determinar una «banda de precios» suficientemente baja para que, al aplicar el impuesto de más de 4 pesos, el costo neto al consumidor sea por lo menos el mismo que se viene pagando hasta el momento. Sin embargo, «legisladores» del PRI y AN se van de boca prometiendo a voz en cuello que en 2016 el precio bajará.
Frente a ello, tanto la oposición como expertos de diversos centros han desmentido el triunfalismo del régimen, alertando que la liberalización del precio del combustible no implica necesariamente que vayan a bajar.
El CIEP confirma estas sospechas en su estudio, vaticinando que el incremento calculado repercutirá en la economía de muchas familias mexicanas, ya que todos los hogares con ingresos diferentes se verán afectados por la nueva forma de recaudación y fijación de precios en las gasolinas.
En ese sentido, el estudio detalla que si se considera el consumo promedio de gasolina Magna por decil [segmento estadístico de una muestra dividida en 10 grupos], en el primer decil que representa a los más pobres, se pagarán 122.96 pesos más; para los hogares que pertenecen a la clase media, el costo se disparará a 470.89 pesos; mientras en el décimo decil, en donde están los más ricos, tendrán que pagar 3 mil 719 pesos adicionales en 2016.
De esta manera queda exhibida la farsa de la «Secretaría de Hacienda» peñista, pues el precio de las gasolinas se trasladará, como siempre ha sido, al consumidor final.
Con información de Proceso