México, 2 de noviembre 2015 (NOTIGODÍNEZ).- La corrupta constructora española OHL prepara más despojos de tierras para la ampliación del Circuito Exterior Mexiquense (CEM), obra que ha costado y seguirá costando millones del dinero de todos los mexicanos.
Es, literalmente, una forma de reconquista de España sobre México, pues la empresa no sólo se apodera de nuestras tierras con el pretexto de desarrollar las obras viales. Además se queda con la «concesión» de dichas obras, cobrando a los mexicanos por transitar en nuestro propio territorio.
Para eso son las imposiciones de títeres descerebrados en la presidencia, como Enrique Peña Nieto: facilitar el entreguismo, disfrazar de «legalidad» las corruptelas, usar la fuerza pública para perpetrar los despojos y enriquecer a las trasnacionales, con buena tajada de dinero público para los títeres en el «gobierno».
De acuerdo con la agencia Proceso, el CEM fue licitado a OHL desde la «gestión» del asesino de Atenco, Enrique Peña Nieto, obra que el sujeto presumió como «la más importante obra carretera del país» en su camino a imponerse en la presidencia. En efecto, la obra destaca no sólo por su alto costo, sino por el mar de corrupción detrás de ella para que la empresa española pudiera desarrollarla y cobrar el proyecto con sobrecosto millonario.
Pese a los escándalos que han desatado críticas en todo el mundo, OHL no se inmuta en nuestro país y hace lo que le viene en gana, gracias a que prácticamente es dueña de las «autoridades». Los audios que revelan componendas ilegales y pagos a «funcionarios» lo demuestran.
Detalla Proceso que OHL perfila una ampliación de 113 kilómetros de longitud de la autopista, para llegar al pastelote millonario –nuevo aerouperto de Texcoco– que ya se reparten los empresarios consentidos de Peña. No obstente, OHL ya invadió de forma ilegal y arbitraria los ejidos por los que realizará el tendido de los carriles de la autopista.
«OHL no efectuó los procesos expropiatorios correspondientes con los ejidos que arrasó, como los de Tultepec, Huehuetoca, Coyotepec, Zumpango, Melchor Ocampo, Jaltenco y Nextlalpan, entre otros, además de que afectó muchas propiedades privadas y dejó incomunicados y cercenados a varios municipios”, denuncia el reportaje difundido en la versión impresa de Proceso.
El semanario cita el testimonio de un campesino que acusa la llegada «a escondidas» de topógrafos y otro personal de OHL, para «tomar medidas a los costados del circuito que cruza arbitrariamente por nuestro ejido».
Según el testimonio, lo mismo hicieron en los tramos del CEM actualmente en funcionamiento, resugardados con mallas y alambres de púas que cruzan los ejidos comunitarios.
“Antes de que tendieran el circuito también llegaron primero los topógrafos. Luego vinieron las maquinarias y los trabajadores que asfaltaron sobre nuestras tierras. Hoy OHL gana mucho dinero por el peaje de vehículos y a nosotros jamás nos indemnizó. Llevamos años peleando en tribunales una indemnización, ¡y nada! Ahora vuelven a llegar los topógrafos… ¡mala señal!”, señala el campesino.
La fuente de Proceso también denuncia que la empresa lleva a cabo su modus operandi habitual: envía a sus topógrafos para medir los terrenos, posteriormente van llegando los técnicos a colocar estacas y otras señales, para luego invadir los ejidos con maquinaria.
La respuesta del régimen a la defensa de los campesinos siempre es la misma: represión utilizando la fuerza pública.
Con información de Proceso