México, 15 de diciembre 2015 (NOTIGODÍNEZ).- El economista Enrique Galván Ochoa, autor de la columna «Dinero» en el diario La Jornada, reveló hoy que la trasnacional estadounidense Uber está pagando a la «administración» capitalina 1.5 por ciento de lo que cobra a cada uno de sus incautos clientes. Es decir, Uber está maiceando al desgobierno del Distrito Federal, encabezado por el peñista Miguel Ángel Mancera Espinosa, para seguir operando su servicio ilegal de taxis.
Sin embargo, la tajada que Mancera recibe no proviene de las utilidades de esa empresa criminal. Por el contrario, son los propios clientes los que pagan el sablazo, pues la empresa subió inexplicablemente sus tarifas en fechas recientes, según denuncias de usuarios citados por Galván Ochoa en la mencionada columna de hoy en La Jornada.
«No cesan las protestas de los usuarios por el aumentazo a las tarifas de Uber en la capital del país y el reclamo para que el Gobierno del Distrito Federal (GDF) ponga un alto. Sin embargo, no le convendría hacerlo», señala con suspicacia Galván Ochoa, recordando que el 15 de julio de este año, tal como se informó en este medio altenativo, Mancera dispuso la creación de un «Fondo para el Taxi, la Movilidad y el Peatón» financiado, en efecto, con una cuota del 1.5 por ciento del costo de cada viaje que Uber cobra.
Cabe recordar también que en dicho reglamento, la mayor parte de las obligaciones y carga económica es para los choferes, quienes tienen que cubrir los costes del permiso ante la Secretaría de Movilidad (Semovi), capacitación, calcomanía «CERO» de los vehículos –que también son propiedad de los choferes–, mantenimiento, seguro de viajero, entre otros.
A cinco meses de anunciada la creación del mentado «Fondo para el Taxi», se desconoce si ya fue creado, cuánto se ha recaudado desde entonces y el destino de los recursos. Exactamente el mismo caso del fondo que Mancera prometió crear con los millones obtenidos del aumento a la tarifa del metro, en 2013.
Como ya se indicó, Uber ha incrementado progresivamente las tarifas de su servicio ilegal de taxis –SÍ, ILEGAL, POR MÁS QUE MANCERA LE CONFECCIONE «REGLAMENTOS» A MODO– a través de la llamada «tarifa dinámica», lo que ha desatado quejas por parte de sus incautos usuarios, quienes pese al abuso siguen poniéndose de a pechito para que la empresa los robe.
Al respecto, Galván Ochoa consultó a Luis de Uriarte, director de Comunicación de Uber, quien le explicó que la tarifa dinámica se calcula con base en la demanda de taxis en cada zona y dependiendo de la hora. Es decir, zonas y horas de alta demanda tendrán una tarifa más alta. El sujeto aseguró que el aumento es controlado por sistema con base en una «demanda real y no en supuestos o especulaciones».
Suena muy «justo», pero hay una trampa oculta que en este medio denunciamos, retomando un análisis del colectivo Másde131. La tarifa dinámica basada en la demanda, conocida en Estados Unidos como surge pricing, es una práctica considerada monopólica, pues aprovecha la red de información de su aplicación para saber cuánto están dispuestos a pagar sus clientes, obteniendo con ello una ventaja indebida.
Peor aún, según se detalló en el análisis, no hay ninguna garantía de que el sistema de Uber esté reportando con veracidad la demanda real de taxis. «UBER bien podría ‘decir’ (o fingir) que hay un poco más de vehículos disponibles que la situación anterior y cobrar a 10 personas 57 pesos, tarifa que para ellos sería barata en razón de que alguna vez ya pagaron 60 pesos por el mismo traslado”.
Con información de La Jornada