México, 3 de septiembre 2016 (NOTIGODÍNEZ).- El asesino de Atenco y actual usurpador Enrique Peña Nieto, volvió a salir huyendo del país, ahora a China, tras el desastre por la visita del magnate y candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald J. Trump, así como el fiasco de su «diálogo con jóvenes» en el marco de su «cuarto informe».
De acuerdo con el diario La Jornada, Peña arribó a China este sábado luego de 17 horas de vuelo desde la Ciudad de México, donde mañana se realizará la «11ª Cumbre del G-20» (Grupo de 20 países industrializados y emergentes)… donde México está sobrando o sirve para poner el mal ejemplo.
Según el citado medio, Peña acarreó al viaje a su actual mujer Angélica Rivera Hurtado alias «La Gaviota», así como a su hijastra Regina Castro. También se colgaron la sobrina de Carlos Salinas de Gortari, Claudia Ruiz Massieu-Salinas, el «secretario de economía», Ildefonso Guajardo y el vocero de Los Pinos, Eduardo Sánchez.
Esto ya se ha convertido en un modus operandi del usurpador: primero agrede, ofende y humilla a los mexicanos, para luego salir de viaje con su «comitiva» todo pagado por el pueblo agraviado.
Además de apersonarse en la cumbre y hacer el ridículo internacional como tiene por costumbre, Peña comparecerá ante el presidente chino XI Jinping.
Apenas el pasado jueves 1 de septiembre, el asesino de Atenco protagonizó una especie de talk show con «jóvenes destacados» para hablar de su «cuarto informe de gobierno».
Luego del grotesco espectáculo con cargas largas, aplausos automáticos y preguntas a modo sin cuestionamientos reales, se descubrió que buena parte de los asistentes al show de Peña eran priistas acarreados de todo el país.
El fiasco de su «informe» se sumó a la humillación pública que Peña sufrió el día anterior, durante la visita del candidato presidencial republicano Donald Trump a nuestro país, invitado precisamente por Peña.
Trump volvió a insultar a los mexicanos tras declarar en nuestro propio territorio que impulsará la construcción de un muro fronterizo, para evitar que connacionales y centroamericanos crucen hacia su país.
La insistencia de Trump sobre el muro forma parte del eje central de su campaña: frenar la migración hacia Estados Unidos porque, según Trump, es causa principal de problemas como la delincuencia, narcotráfico y desempleo por la gran cantidad de ilegales que llegan a trabajar al vecino país del norte.
Trump ha dicho explícitamente que México es semillero de ladrones, violadores y narcotraficantes que contaminan su país, por lo que la edificación de un muro en la frontera es necesaria para la «seguridad de Estados Unidos».
Por si fuera poco, Trump asegura una y otra vez que México pagará por la construcción de ese muro.
Como siempre que ocurre un desastre mediático, Peña no hace frente a las consecuencias y prefiere salir huyendo cobardemente.
Con información de La Jornada
