México, 14 de abril 2017 (NOTIGODÍNEZ).- El pasado domingo 9 de abril, la revista Proceso reveló en su versión impresa los nombres de cuatro ex «funcionarios» del régimen usurpador de Felipe Calderón Hinojosa, que firmaron contratos con la corrupta empresa brasileña Odebrecht y, por sus condiciones abusivas, causaron pérdidas millonarias a nuestro país.
En fechas recientes, como parte de la investigación que se sigue en la nación brasileña contra dicha constructora trasnacional, Marcelo Odebrecth, dueño de la firma, confesó haber entregado sobornos por más de 10 MILLONES DE DÓLARES a ex «funcionarios» federales entre 2009 y 2015, a cambio de contratos ventajosos con Petróleos Mexicanos (Pemex).
Dichas revelaciones motivaron la exigencia a la otrora paraestatal mexicana para que revele la naturaleza de los contratos y los nombres de los «funcionarios» participantes. Asimismo, los «diputados» —eternos cómplices del saqueo— se rasgaron las vestiduras y exigieron la cancelación de cualquier convenio de la federación con la empresa del corrupto Odebrecht.
Presionada, la petrolera mexicana dirigida hoy por un priista de nombre José Antonio González Anaya, concuño del exusurpador Carlos Salinas de Gortari, presentó información de sólo cuatro contratos que actualmente «administra» -faltan otros 7 hallados por la Auditoría Superior de la Federación. Sin embargo, omitió los nombres de los «funcionarios» firmantes y censuró datos importantes para ocultar los beneficios abusivos otorgados a las filiales de Odebrecht.
Pemex hizo público el contrato que firmó con la empresa brasileña para el aprovechamiento de aguas residuales en la refinería de Salamanca y otro con la refinería Tula I (ambos en 2014), así como el de 2015 con la refinería Miguel Hidalgo, Tula II. Pero la «joya» de la corrupción fue el contrato firmado en 2010 por Pemex Gas y Petroquímica Básica con Braskem, SA (filial de Odebrecht) y Grupo Idesa para el suministro de gas etano, como parte del proyecto Etileno XXI.
Aunque la mayor parte de la información del contrato fue censurada por Pemex, argumentando que revelar su contenido «pondría en riesgo la viabilidad del Proyecto Etileno XXI y su consecución conforme a los objetivos planeados”, el medio aquí citado tuvo acceso a la información completa y encontró los nombres de los sujetos que firmaron el contrato -probablemente a cambio de sobornos millonarios-, así como datos sobre los beneficios para la empresa de Marcelo Odebrecht que causaron grave daño patrimonial contra México a varios niveles.
Según Proceso, los anexos del contrato incluyen una fórmula utilizada por Pemex para calcular el precio al que vendería cada barril de etano a Baskem. Dicha fórmula incluye un factor «Y» que significa «descuento» y que resulta en una baja de 29 por ciento respecto del precio internacional. Así, la filial de Odebrecth obtuvo grandes volúmenes de etano barato en perjuicio de los ingresos de Pemex.
La fórmula fue fue aprobada por la «Comisión Reguladora [REMATADORA] de Energía» cuando su presidente era el panista Francisco Xavier Salazar Diez de Sollano, hijo de Francisco Xavier Salazar Sáenz, secretario del Trabajo casi al finalizar el desgobierno de Vicente Fox.
Asimismo, el contrato incluye una cláusula que otorga derecho a Baskem para prácticamente acaparar toda la producción de etano, en detrimento de las petroquímicas mexicanas.
Por otro lado, dicho contrato se utilizó como aval para que el gobierno mexicano, a través del Banco de Comercio Exterior (Bancomext), participe con una línea de crédito de 120 MILLONES DE DÓLARES y «como estructurador de un crédito sindicado con otros 17 bancos del mundo», por lo que la cancelación del mismo, como exigen los simuladores «diputados», provocaría que los bancos participantes exijan las garantías que correspondan -SE COBREN A LO CHINO COMO ACOSTUMBRAN- por la salida de México de esos créditos.
¿Quiénes firmaron ese mamotreto de saqueo y abuso contra nuestro país? Proceso señaló a los entonces subdirectores de Pemex, Arturo Arreguí García, de Planeación; Armando Arenas Briones, de Producción; Fernando Amor Castillo, de Gas Licuado y Petroquímicos Básicos, y Víctor Domínguez Cuéllar, de Ductos. Recordó también que entonces el jefe directo de éste último, Jordy Herrera, quien fungía como director de Pemex Gas, fue secretario particular de Felipe Calderón a su paso por la dirección general de Banobras.
Ya usurpando la presidencia, el propio Calderón asistió como testigo de honor junto con el entonces presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, a la firma de intención de lo que se consumó el 19 de febrero de 2010 con Pemex Gas y Petroquímica Básica y Etileno XXI.
En el colmo de desfachatez más increíble, este delincuentazo pretende volver a meterse a Los Pinos en 2018, ahora a través de su mujer.
Con información de Proceso