México, 21 de junio 2017 (NOTIGODÍNEZ).- Mientras la Organización de Estados Americanos (OEA), brazo de Estados Unidos para intervenir en la soberanía de Latinoamérica, incrementa el hostigamiento contra la República Bolivariana de Venezuela, el baño de sangre hunde a México en la peor crisis de inseguridad e ingobernabilidad de su historia, y claro, la criminal OEA guarda silencio ominoso, cobarde y cómplice. Cabe recordar que el régimen usurpador del asesino de Atenco, Enrique Peña Nieto, se ha volcado rabiosamente para encabezar el acoso al pueblo hermano venezolano, en otro derroche de hipocresía, inmoralidad y servilismo sin límite a la agenda trasnacional estadounidense.
Desde esta semana, la OEA sesiona en Cancún, Quintana Roo, para fraguar descaradamente su estrategia intervencionista contra Venezuela. Sin embargo, los planes de Estados Unidos no han fluído con la celeridad esperada. Este día, la resolución de la «crisis de derechos humanos en Venezuela» quedó fuera de la Asamblea al no lograr la conformación de un «grupo de contacto», pues sólo 20 de 34 países -se requerían 23- respaldaron la propuesta de la rastrera delegación mexicana.
Mientras el usurpador Enrique Peña Nieto y su séquito de esbirros se vuelcan en las gestiones para impulsar la agenda invasora de EE.UU., el holocausto de mexicanos alcanza niveles de auténtica alerta roja humanitaria. Y nadie se inmuta… empezando por el propio pueblo de México.
De acuerdo con el diario La Jornada, en los primeros cinco meses del año se registraron más de 11 MIL ASESINATOS, de los cuales, 2 mil 186 homicidios dolosos ocurrieron sólo en mayo pasado, cifra más alta de los últimos 20 años.
Así, el régimen usurpador de Peña Nieto supera ya al de su antecesor, también espurio, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, que en mayo de 2011 logró un récord de 2 mil 131 asesinatos intencionales.
Por si fuera poco, la cifra real de víctimas es aún mayor a la reportada oficialmente, pues las fiscalías y procuradurías estatales reportan el número de carpetas de investigación abiertas, pero éstas pueden incluir más de un caso de personas fallecidas por la violencia.
Así, de los 2 mil 186 registros de homicidios dolosos registrados en mayo de 2017, se cuentan 2 mil 452 víctimas derivadas de hechos violentos.
La Jornada detalló que el mayor número de muertes de este tipo ocurridas en mayo sucedieron en el Estado de México -eterno narcoterritorio secuestrado por el PRI-, con 225 casos. Le sigue Guerrero, con 216, donde por cierto la violencia se exacerbó a la llegada del priista Héctor Astudillo al gobierno. En tercer lugar está Baja California, con 197.
No obstante, el pequeño estado de Colima, secuestrado también por el PRI, sigue encabezando las cifras de violencia en relacion con su número de habitantes. Dicho estado ocupa la primera posición de homicidios por habitante con 31.69, seguido de Guerrero con 26.47 y luego las dos Baja California, en el orden de 20 homicidios por cada cien mil habitantes.
Dado que estas cifras fueron emitidas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de la Secretaría de Gobernación, seguramente son falsas y mucho menores a las reales.
Con información de La Jornada