México, 17 de enero 2019 (NOTIGODÍNEZ).- La panista Lucero Guadalupe Sánchez López, alias «Chapodiputada», integrante del congreso local de Sinaloa en la pasada legislatura, confesó ante un jurado en Estados Unidos su relación sentimental con el narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, alias «El Chapo», así como su participación en el tráfico de drogas hacia el vecino país del norte.
Sánchez López se encuentra presa en una cárcel norteamericana desde hace un año y seis meses, luego de haber sido detenida en San Diego, California, acusada de conspiración para traficar, distribuir y vender cocaína en Estados Unidos. La ex «diputada» panista representaba al distrito 16 de Cosalá, Sinaloa, y su relación con El Chapo se había acreditado desde la consignación de aquel en el penal de Chihuahua, donde ella lo visitaba descaradamente.
De acuerdo con la Agencia Proceso (Apro), la Chapodiputada se presentó hoy en la Corte Federal de Nueva York para testificar en contra del capo sinaloense y así tratar de aminorar su propia sentencia, que podría extenderse a 10 años luego de que se declarara culpable de los delitos que la justicia estadounidense le imputa.
Interrogada por el fiscal Anthony Nardozi, Sánchez confirmó que en 2011 conoció a Guzmán Loera en Sinaloa y que desde entonces trabaja para él en el negocio del narcotráfico. Cuestionada por su relación personal con el líder criminal, la panista confirmó que, hasta ese momento, ella suponía que había sido su pareja sentimental.
Sánchez detalló que tenía 21 años cuando conoció al Chapo; que éste se comunicaba con ella a través de mensajes de texto en teléfonos que le enviaba, y que lo veía personalmente en varias ocasiones, dos o tres veces al mes.
Asimismo, continúa el testimonio de la panista citado por Apro, comenzó ayudando en las operaciones del cártel de Sinaloa «moviendo» marihuana. Posteriormente, ya en plena relación amorosa con el capo, fue enviada a la sierra de Durango y Sinaloa para realizar la compra de yerba a los agricultores locales, gestionando el transporte de la «mercancía» en aviones.
Durante sus declaraciones, la delincuente derramaba lágrimas de cocodrilo y se esforzó por enfatizar en que no recibía pago alguno por sus delitos al servicio del Chapo, sugiriendo que delinquió sólo «por amor» al exlíder del cártel de Sinaloa. ¡De risa loca!
Luego de un receso y tras protagonizar otro drama sollozando copiosamente, Sánchez reanudó su testimonio detallando otras operaciones criminales que realizó en complicidad con su amante, entre ellas la fundación de empresas para lavar el dinero del cártel.
Fue en 2012 cuando se distanció de Guzmán Loera y decidió incursionar en la política, claro, abanderada por el [narco]Partido Acción Nacional (PAN), con el que obtuvo una curul del congreso local en 2014, representando al distrito 16 de Cosalá.
Opinión:
Puro circo. Esta vieja sólo es un chivo expiatorio más. Como ella debe haber decenas, si no cientos de narco «diputados» al servicio de los cárteles en los congresos locales y federal. Como sea, son peces flacos. Para hacer verdadera justicia habría que encarcelar a Peña Nieto, Calderón, Fox y una larga cadena de empresarios y banqueros -casi todos en el mundo- beneficiados con el asqueroso y sangriento negocio del narco. ¿Habrá justicia algún día?
Con información de Proceso