Roberto Morales
El Economista
Al considerar el promedio de vehículos producidos por empleado, México duplica a Brasil, pese a protección.
Las plantas automotrices en México producen el doble (93.6%) de automóviles en promedio que las de Brasil por cada trabajador en esa industria, reveló un estudio de la consultoría McKinsey.
Esto ocurre incluso cuando las fábricas mexicanas tienen una mucho más alta participación de automotores medianos y largos, mientras que sus pares brasileñas se enfocan al ensamble de autos pequeños. En México se produce una media de 53 vehículos por trabajador en una planta de armado, mientras que esa media es de 27 en Brasil.
“México está preparado para obtener los beneficios de clústeres pujantes, los cuales tienen vínculos estrechos con las cadenas globales de valor”, comentó McKinsey. La industria automotriz es un ejemplo excelente de cómo Brasil se ha acercado al proteccionismo: altas tarifas a las importaciones y subsidios a la producción doméstica han sido usados para el establecimiento de plantas, lo cual ha sido estratégico para impulsar los empleos y reducir la dependencia de las importaciones.
“Pero la industria automotriz de Brasil ha sido protegida por seis décadas y no ha llegado a ser un exportador competitivo global”, agregó la consultoría.
Ayer, el gobierno de Brasil informó que fueron vendidos 1 millón 660,000 vehículos en el primer semestre del año, el peor resultado en los últimos cuatro años.
La productividad de México, sin embargo, es menor que la de su vecino del norte, puesto que las plantas estadounidenses ensamblan un promedio de 62 unidades por cada trabajador. México exporta 71% de su producción de automóviles, mientras que esa relación en EU es de 25% y en Brasil de sólo 15%, y en este último caso “una participación desproporcionada” se dirige a Argentina, según McKinsey.
Además de los altos costos de producción y aranceles, en Brasil se aplican tasas elevadas de impuestos federales y estatales. En comparación con Estados Unidos, un consumidor en Brasil paga 144% más por un auto Toyota Corolla, aún si se produce localmente.
Sector automotriz
SALARIOS NO CRECEN AL RITMO DE LA INDUSTRIA
Pese a ser empleados con altos niveles de productividad, sus ingresos no reflejan los niveles de desarrollo que tiene la industria automotriz en el país, pues el crecimiento de las inversiones, las empresas y los empleos en esta industria, lejos de promover la mejora y uniformidad de los ingresos de los trabajadores los viene deprimiendo y dispersando grandemente.
Así lo refiere el estudio “Explosión de la industria automotriz en México”, en el que Alex Covarrubias Valdenebro revela que “esta situación acompaña la fragmentación de las relaciones laborales y sindicales del sector, a la vez que las complejiza”.
El crecimiento del empleo entre el 2007 y el 2012 es de 13%, mientras que las remuneraciones representaban 30% de ese valor; cinco años después disminuyeron a 22.3 por ciento.
Esto ha llevado a que México tome la tercera posición (por relación menores costos/mayores ganancias) detrás de China e India.
La situación salarial es un asunto que empieza a tomar relevancia entre los trabajadores de la industria, pues la red de sindicatos de la industria buscó el acercamiento con legisladores para que se elabore una política integral sectorial cuyo fin sea mejorar el ingreso.
Entre el 2008 y el 2012, las compensaciones o costos laborales del conjunto de empleados automotrices se redujeron de 8.69 a 7.8 dólares por hora, a pesar de la rápida recuperación de la industria para el 2010, y del aumento de las inversiones y del empleo que se han vivido desde entonces.
Esto es un descenso de 10.3%, superior al descenso de las compensaciones de la industria manufacturera en su conjunto, pues en ella la baja totalizó 1.5% en el mismo periodo. (Con información de M. del Pilar Martínez)