Jorge Ricardo
Reforma
Cd. de México (10 julio 2014).- «¡Hicieron una fiesta, un vodevil, de un lugar que merece todo nuestro respeto!», gritó Rafael Coronel Rivera, nieto del muralista Diego Rivera. «¡Deberían cesar a las autoridades responsables!», añadió por teléfono.
¿La causa? La fiesta para 100 personas con pastel, vino, mariachi, DJ, motocicleta y rally incluido con que Claudia Cervantes, actriz de Televisa y sobrina de Felipe Calderón, celebró su cumpleaños en la Rotonda de las Personas Ilustres.
«Es una falta de sensibilidad enorme de ella y de una gran irresponsabilidad de las autoridades», dijo Gabriel Guerra, hijo de la escritora Rosario Castellanos, en cuya tumba la festejada no dudó en fotografiarse la noche del 13 de junio, según dio cuenta una revista de espectáculos.
«Me siento ofendido no sólo como heredero de José Pablo Moncayo, sino como ciudadano de este País», dijo Rodrigo Sierra Moncayo, nieto del compositor.
A la censura por convertir en salón de fiesta el lugar donde reposan mexicanos ilustres, en el Panteón de Dolores, se unieron la directora del INEHRM, Patricia Galeana; el Secretario de Cultura del DF, Eduardo Vázquez Martín; la presidenta de la Comisión de Cultura del Congreso, Margarita Saldaña, y el titular del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, quien calificó el suceso como «inadmisible».
Pero a la hora de señalar a los responsables nadie se hizo cargo.
La Consejería Jurídica del DF dijo que era responsabilidad de la Secretaría de Gobernación, que preside el Consejo Consultivo de la Rotonda y aporta el presupuesto.
La Segob le pasó la responsabilidad a la Delegación Miguel Hidalgo (cuyo director de Cultura es Juan Carlos Bonet, hijo del actor Juan Ferrara), y a su vez la Delegación, que un día antes había dicho que contaban con el aval de la Segob, reconoció que autorizó el evento, pero no una fiesta, sino la filmación de un videoclip.
Luego la Demarcación informó que abrió una investigación y suspendió –sin dar nombres– a quienes supervisaron el festejo.
Cervantes, que en enero cantó un promocional para el propio Delegado, el perredista Víctor Romo, dijo que la Rotonda había quedado impecable luego de su fiesta, que solicitó todos los permisos.
«Nunca hubo un pastel encima de una cripta», afirmó sobre la fiesta con 100 invitados como las actrices Maite Perroni y Claudia Lizaldi.
Más tarde, en un comunicado, pidió perdón.
Con voz de quien a los 35 años recién cumplidos ha cometido una travesura, vía telefónica añadió: «Cualquiera tiene derecho a trabajar el día de su cumpleaños… y a celebrarlo».
Ya por la noche, el INAH informó que el próximo viernes tendrá un dictamen de los posibles daños y el Conaculta aseguró que está recabando información para determinar las acciones legales procedentes.