Jonás López
Reforma
Cd. de México (17 julio 2014).- El remedio para corregir el desgaste ondulatorio acelerado en los rieles de la Línea 12 del Metro ha resultado inútil.
Este fenómeno que provocó desde el 11 de marzo el cierre de 11 estaciones del tramo elevado Culhuacán-Tláhuac, también se está presentando en curvas del tramo subterráneo que va de Atlalilco a Mixcoac, que aún está en servicio.
Y es justo en la curva 37, localizada entre las estaciones Atlalilco y Mexicaltzingo, donde el Consorcio ICA-Alstom-Carso realizó el reperfilado de rieles en mayo, a petición del Metro.
El consorcio utilizó la Máquina Reperfiladora Tangencial que la empresa Comsa-Emte trajo desde Italia, pero no están deteniendo el desgaste, de acuerdo con un informe del GDF en poder de REFORMA.
El «Reporte de las Condiciones de la Curva 37 por Vía 1 después del Reperfilado» señala que las noches del 22 al 23 y 28 al 29 de mayo los rieles de la Curva 37 fueron reperfilados con esta máquina con el objetivo de eliminar las huellas de desgaste, lo cual se logró.
Sin embargo, sólo cuatro días después, los rieles presentaron nuevas huellas de desgaste.
Y para el 5 de julio se registró que el desgaste, incluso, ya había alcanzado niveles mayores a los de antes del reperfilado.
En condiciones normales, un reperfilado de rieles debe durar, al menos, un año, de acuerdo con expertos consultados.
La reperfiladora de Comsa-Emte se utilizaría sólo en rieles del tramo elevado, pero el Sistema de Transporte Colectivo (STC) solicitó que la ocuparan en la Curva 37.
Esto porque detectó desgaste ondulatorio acelerado similar al de las curvas del tramo elevado.
La Curva 37 tiene un radio de 200 metros, lo que la convierte en la más cerrada de las 7 curvas que tiene el tramo subterráneo de la Línea 12.
Actualmente, 15 trenes FE10 transitan por la Curva 37 diariamente a una velocidad de hasta 60 kilómetros por hora.
El informe del GDF advierte que el reperfilado no funciona si no se corrige el origen del problema.
El origen del problema de la Línea 12 radica en una incompatibilidad entre trenes y vías, de acuerdo con la empresa francesa Systra.
Descartan corrupción
Por sorprendente que parezca, la Línea 12 del Metro no tuvo irregularidades en materia financiera durante 2012, concluyó la Auditoría Superior de la Ciudad de México (ASCM).
En la revisión a la Cuenta Pública 2012 no se registraron irregularidades y se comprobó que no existieron pagos indebidos, por lo que descartaron actos de corrupción.
No obstante, señala fallas en la supervisión de construcción, relacionadas más a las protestas vecinales que se generaron por la obra y que, en consecuencia, provocaron retraso en algunos trabajos.
«La residencia de obra del PMDF no vigiló que la residencia de supervisión externa rindiera los informes por eventos excepcionales, como fueron las protestas de vecinos», indica en sus recomendaciones.
Agrega que la residencia de obra del Proyecto Metro omitió autorizar los formatos de las administraciones sobre gastos no recuperables originados por las afectaciones sociales, lo cual se señala como mal procedimiento.
Pese a esto, el presidente de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Ciudad de México, el perredista Eduardo Santillán, reiteró que no hubo acciones irregulares en la aplicación de los recursos.