México, 5 de mayo 2015 (NOTIGODÍNEZ).- El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) volvió a responsabilizar, como cada año desde 2006, a Vicente Fox y Enrique Peña Nieto por las muertes de los jóvenes Alexis Benhumea y Javier Cortés en el brutal operativo en San Salvador Atenco, Estado de México. El problema es que nos podemos echar otros 100 años responsabilizándolos en lugar de darles el castigo que corresponde: LA CÁRCEL.
Al conmemorarse nueve años de la represión y toma del poblado por parte de las fuerzas policiacas, el FPDT consignó que “no habrá olvido ni perdón” porque a la fecha sigue sin haber justicia y castigo contra los responsables materiales e intelectuales por las violaciones de las mujeres y por los asesinatos de los jóvenes arriba mencionados.
«Desde luego los primeros que deberían estar en la cárcel purgando una condena por el asesinato y los agravios que ha hecho a nuestros pueblos y sobre todo a las mujeres, son el ex presidente Vicente Fox y Enrique Peña Nieto (entonces «gobernador» del estado de México) porque son los autores intelectuales de la represión a nuestros pueblos. Ellos dieron la orden a los mandos policiacos y esto no lo olvidamos porque es un agravio para nuestra comunidad”, dijo Ignacio del Valle Medina, dirigente del FPDT.
Mayor agravio, no obstante, es que ahora los mexicanos estén manteniendo a ambos asesinos, uno con su millonaria megapensión vitalicia y al otro, peor aún, viviendo a todo lujo en Los Pinos y matando desde ahí a más mexicanos.
Del Valle Medina refrendó que el movimiento continuará la resistencia e intensificará las movilizaciones para impedir que sus tierras sean ocupadas para el proyecto del Aeropuerto alterno a la ciudad de México anunciado por el actual régimen usurpador, consigna que ocasionó el conflicto original en mayo de 2006.
Este lunes, activistas marcharon desde la explanada principal de San Salvador Atenco hacia el entronque de la carretera federal Texcoco-Lechería con la entrada de la comunidad, para recordar el asesinato del estudiante de 21 años Alexis Benhumea a manos de policías federales.
En ese lugar, el joven cayó tras ser golpeado por una granada de gas lacrimógeno lanzada desde el cerco policiaco durante la irrupción de la entonces Policía Federal Preventiva y elementos del grupo táctico especial del Estado de México, el 4 de mayo de 2006. Alexis Benhumea quedó en coma y falleció hospitalizado varios días después.
Ese mismo día, el niño de 13 años Francisco Javier Cortés recibió una bala en la espalda que le quitó la vida. De acuerdo con el diario La Jornada en una publicación del 11 de mayo de 2006, se confirmó que el proyectil fue disparado por agentes estatales que tenían órdenes precisas de «dispararle a todo lo que se moviera sin que los vieran los medios de comunicación».
En los dos días que duró el «operativo», las fuerzas policiacas cometieron todo tipo de abusos, apalearon a pobladores y violaron a mujeres, incluyendo periodistas nacionales y extranjeras. Se contabilizaron por los menos 200 detenidos.
Activistas protestaron bloqueando la circulación de la carretera y montando una guardia de honor en memoria de los jóvenes caídos. Asimismo, repudiaron que los autores materiales e intelectuales sigan sin castigo por los asesinatos y las múltiples violaciones a los derechos humanos.
«La posición del FPDT a nueve años de la represión y a 14 años del decreto expropiatorio para ese proyecto aeroportuario de muerte es la misma: No olvidamos, no perdonamos porque a la fecha no ha habido justicia, sabemos que en este régimen la justicia no la vamos a obtener desde luego, estamos conscientes de esa parte. No renunciamos a esos principios de dignidad que el pueblo ha manifestado a pesar de la represión y abuso constante y latente.
«Nuestra posición sigue siendo la misma, exigimos justicia. Desde luego el primero que debería estar en la cárcel purgando una condena por el asesinato y los agravios que ha hecho a nuestros pueblos y sobre todo a las mujeres es Peña Nieto y Fox y eso no se lo vamos a perdonar jamás. No ha sido una situación coyuntural, ha sido una situación bien premeditada, muy directa hacia querer desmoronar la resistencia por defender la tierra en nuestro pueblo”, dijo Del Valle Medina citado por el diario La Jornada.
Como se observa, la brutalidad de Peña Nieto escaló de forma exponencial una vez que usurpó el poder en 2012. Las masacres y la violencia se han desatado como nunca en la historia. Al crimen de lesa humanidad de Ayotzinapa, se suman masacres de civiles a quemarropa a manos de fuerzas federales y del Ejército, como las de Tlatlaya y Apatzingán.
El pueblo, que ha postergado la reacción para derrocar a este sujeto y la mafia asesina que lo impuso, es cómplice de todos estos delitos por inacción, omisión y sumisión.
«LA DESOBEDIENCIA CIVIL ES UN HONROSO DEBER CUANDO SE APLICA CONTRA LOS LADRONES DE LA ESPERANZA Y DE LA FELICIDAD DEL PUEBLO».
Con información de La Jornada