ROBERTO RAMÍREZ BRAVO
MARGENA DE LA O
La Jornada
El obispo Raúl Vera López dirigió ayer una carta pública al gobernador Ángel Aguirre Rivero, para exigirle la liberación de seis policías comunitarios de la Casa de Justicia de El Paraíso, presos en el penal de Las Cruces, detenidos el mismo día de la detención de la comandante de la Policía Comunitaria de Olinalá, Nestora Salgado García.
En la misiva, suscrita además por la secretaria ejecutiva de la Red Solidaria Década contra la Impunidad, Magdalena López Paulino; Ernesto Rodríguez Cabrera, coordinador del Área Jurídica, y Ericka Zamora Pardo, coordinadora del Área de Derechos Humanos de la Red, se establece que el único delito de los policías es “haber aceptado los nombramientos que le confirió la comunidad indígena na´savi, sin recibir un sueldo por prestar este servicio”.
Los policías detenidos son Bernardino García Francisco, sobreviviente de la matanza de El Charco; Ángel García García, Eleuterio García Carmen, Abad Francisco Ambrosio, Florentino García Castro y Benito Morales Bustos.
La irrupción de marinos, soldados, policías federales y ministeriales para detenerlos, señala el texto, fue “a todas luces contraria a la convencionalidad y violatorio al Convenio 160 de la OIT, a los artículos 1 y 2 constitucionales, y a la Ley 701 del estado de Guerrero”.
Nestora, un año en Nayarit
En Chilpancingo, la dirigente de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (Crac) de Olinalá, Nestora Salgado García, cumple este 21 de agosto un año de estar encerrada en un penal de Nayarit, acusada de secuestro agravado y narcotráfico, y su caso apenas está en revisión.
Ese 21 fue detenida entre un operativo de militares, marinos, policías estatales y federales. “Muy buenas tardes a toda tu audiencia, mira, soy Nestora Salgado, me encuentro aquí, en la salida de Olinalá, donde me tiene detenida el Ejército, no me han dicho por qué razón: solo sé que detuvieron la camioneta…”, es parte de lo que dijo Nestora al ser detenida hace un año en un enlace a Radio Universidad.
Nestora Salgado García está en el penal de Nayarit clasificada como reclusa de alta peligrosidad, y uno de los costos son 15 kilos menos por desayunar café apenas pintado, es la apreciación de su hija, Saira Rodríguez García.
La última vez que la vio, el 2 de agosto pasado, y de las dos horas 15 minutos que estuvo con ella, recuerda algo de lo último que le dijo: “acuérdense, mi gente bonita: prisión es para quien quiere ser prisionero, pero para eso ni se necesitan rejas, ¿Cuántos no viven presos en sus cuerpos? Mis pensamientos no conocerán las rejas…”.
Nestora ya fue juzgada y liberada del delito de delincuencia organizada (secuestro), a nivel federal, explicó la hija, pero el gobierno estatal mantiene otro proceso por el mismo delito, y es por el que sigue presa. Constitucionalmente no debería ser juzgada dos veces por las mismas acusaciones, denunció. El bloqueo que vive en el penal, agregó, incluye que apenas este mes viera a sus abogados, después de seis meses.
Aparte de Nestora, la Procuradura General de Justicia del Estado (PGJE) realizó las detenciones restantes de los miembros de la Crac: Bernardino, José, Canu, Abad, Rafael, Florentino, Samuel, Eleuterio, Ángel, Arturo, Gonzalo…
Las esposas de Gonzalo Molina y Arturo Campos, cuentan lo que han sido sus vidas después de la detención de ellos. Lo hicieron en esta ciudad antes de que partieran a la ciudad de México, ayer, para reunirse hoy con las integrantes del Comité de Mujeres Nestora Libre, como la escritora, Elena Poniatowska.
Ausencia Onorato Vázquez, debió hablar con su esposo Gonzalo Molina, el 15 pasado por teléfono, como lo hace una vez cada nueve días, pero no pudo porque le cortaron el teléfono de su casa. La última vez que le llamó fue el 6, y le dijo lo que siempre le dice: luchen, no abandonen la lucha, y no tengan miedo.