México, 26 de enero 2016 (NOTIGODÍNEZ).- Aquí tienen otra consecuencia más de las privatizaciones, o sea de la entrega del país a intereses particulares, sobre todo extranjeros: ahora los mexicanos pagan –y cada vez más– por transitar en su propio territorio. ¡Bendito neoliberalismo! ¡Misión cumplida! Muy pronto tendremos que rentar también tanques de oxígeno a Carlos Slim, Iberdrola o Monsanto. ¿Quieres respirar? Paga, bruto.
El diario La Jornada informó hoy que las empresas privadas poseedoras de las «concesiones» de las autopistas de cuota ubicadas en el Estado de México, comenzaron a incrementar a partir de este lunes las tarifas de sus peajes.
Detalla el citado medio que en la autopista México-Pachuca se incrementó un peso la tarifa y en la Lerma-Santiago dos, mientras que en la México-Toluca y la Peñón-Texcoco se incrementó la tarifa en dos y un peso respectivamente.
Así, desde el pasado 15 de enero la tarifa en la autopista México-Pachuca se elevó de 62 a 63 pesos; en la Lerma-Santiago, el peaje en la caseta de Chapultepec registra un alza de 27 a 30 pesos, y en el puesto de cobro de Rayón pasó de 31 a 32 pesos.
A partir de las cero horas de este martes, el peaje en la carretera México-Toluca –concesionada por la empresa Pinfra junto con la Peñón-Texcoco– pasó de 72 a 74 pesos por los 19 kilómetros que comprende la vialidad por la que a diario circulan más de 55 mil autos. Esto la ha convertido en una de las carreteras de cuota más caras del país, pues cada kilómetro costará 3 pesos con 89 centavos, según cálculos de La Jornada.
En tanto, las demás autopistas concesionadas en la entidad mexiquense también subirán sus peajes durante este año, según lo que decidan las empresas privadas beneficiadas y sus empleados en el «gobierno».
Ahí tienen el «progreso» de nuestro país: la infraestructura carretera que debería pertenecer a la nación, sirve para engordarle los bolsillos a la parentela, amigotes, compadres y jefes extranjeros de los delincuentes en el poder, con cargo al bolsillo de los mexicanos en su propio territorio. Y así ya es prácticamente con todo: energéticos, alimentos, transporte público, telecomunicaciones, banca y un largo etcétera. El neoliberalismo avanza y, con él, la miseria y la descomposición social.
«LA DESOBEDIENCIA CIVIL ES UN HONROSO DEBER CUANDO SE APLICA CONTRA LOS LADRONES DE LA ESPERANZA Y DE LA FELICIDAD DEL PUEBLO»: AMLO.
Con información de La Jornada
