México, 9 de agosto 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Hoy más que nunca, la memoria del libertador de México, general Vicente Guerrero Saldaña, quien hiciera honor a su nombre al no rendirse nunca ante los invasores españoles, debería ser enaltecida con la rebelión no violenta del pueblo para sacudirse a sus actuales verdugos, mucho peores quizá que los de la época del consumador de nuestra «independencia».
En un hecho histórico, la ceremonia en homenaje al natalicio del caudillo Vicente Guerrero celebrada como cada año en Tixtla, Guerrero, se dividió en dos actos, uno de ellos encabezado por los padres de familia de los 43 normalistas de Ayotzinapa, para exigir justicia por el caso de sus hijos desaparecidos hace casi ya un año en el municipio de Iguala.
De acuerdo con el diario La Jornada, una primera marcha fue encabezada por una comisión de padres de los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa desaparecidos, los familiares de los presos políticos Gonzalo Molina González, Bernardino García, y Arturo Campos, así como 80 elementos de las policías comunitarias de El Santuario y de la Patria es Primero, además de maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (Ceteg) y del Movimiento Popular de Guerrero (MPG).
Según el citado diario, los contingentes partieron del barrio de El Santuario hasta el monumento al general de origen tixtleco. Ahí leyeron una carta dirigida a la memoria de Guerrero, a quien dijeron que decidieron unirse para defender su territorio y que “todo iba bien, pero al detener a unas personas, por cometer faltas graves dentro de nuestras comunidades, en sus declaraciones, dijeron trabajar de común acuerdo con el gobierno, eso lo hicimos público, y provocó el descontento.
“Entonces enviaron al Ejército, tomaron la casa de Justicia (de El Paraíso, Ayutla de los Libres), y al mismo tiempo ordenaron nuestra detención acusándonos de delitos que no cometimos”, se lee en el texto citado por La Jornada, en referencia a las represiones que han sufrido las policías comunitarias en Guerrero y otras zonas de alta peligrosidad en el país.
Relata La Jornada que ante la estatua del general Vicente Guerrero, único líder independiente que permaneció en pie de lucha sin rendirse o caer derrotado hasta la expulsión total de los españoles, uno de los padres de los 43 normalistas desaparecidos acusó que “los estudiantes fueron llevados de manera forzada por este pinche gobierno; yo no creo que el general que luchó por la Independencia esté contento. Nosotros como mexicanos estamos indignados con esta porquería de gobierno”.
Otro contingente de una segunda marcha, integrado por padres de familia, estudiantes del plantel, integrantes del Concejo Popular, maestros de la Ceteg, y policías comunitarias de Acatempa y El Troncón, entre otras, partió de la Normal de Ayotzinapa al monumento a Guerrero, para refrendar la unidad en la búsqueda de justicia por los 43 normalistas, a la fecha desaparecidos.
El próximo 26 de agosto habrá movilizaciones masivas en todo el territorio nacional, para seguir exigiendo al desogbierno del asesino de Atenco, Peña Nieto, que «resuelva el caso», a decir del vocero del movimiento por Ayotzinapa, Felipe de la Cruz.
Y aquí preguntamos, ¿haría eso el general Vicente Guerrero? ¿Se empeñaría en insistir en un despropósito? ¿O lucharía frontalmente para derrocar a los delincuentes que cometieron ese crimen brutal?
Con información de La Jornada. Foto: Sergio Ocampo
