Julio Ríos
La Jornada
02 de agosto 2014.- Daños de pérdida de memoria, cardiopatías, alteraciones de sueño, síndrome de fatiga, Alzheimer, tumores cerebrales, leucemia y electrosensibilidad son algunos de los efectos nocivos que pueden causar las antenas de telefonía celular, por lo cual ya existe un dictamen en comisiones del Congreso de Jalisco, que busca que los ayuntamientos regulen este tipo de infraestructuras para que no sean ubicadas en las cercanías de escuelas u hospitales.
La proliferación de antenas telefónicas constituye un riesgo para la salud pública y han abonado a la creciente contaminación electromagnética en la Zona Metropolitana de Guadalajara.
Según estadísticas de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, se pronostica que para 2015, siete de cada 10 mexicanos contarán con un teléfono celular inteligente y ya en algunas zonas del país, hay personas que tienen más de dos celulares activos al mismo tiempo.
Ante este panorama los diputados locales de la comisión de Desarrollo Urbano encabezada por José Trinidad Padilla López, aprobaron llevar a cabo modificaciones al Código Urbano del Estado de Jalisco.
«Esto a fin de que los ayuntamientos reglamenten y regulen la instalación de las mencionadas antenas, particularmente en las áreas cercanas a escuelas o centros de salud”, señala el dictamen que sólo espera pasar al Pleno el próximo 14 de agosto, cuando volverá a efectuarse sesión ordinaria.
“En atención al principio de precaución que a nivel internacional se están promoviendo, la Comisión de Desarrollo Urbano aprueba la adición de una fracción X al artículo 97 del Código Urbano para el Estado de Jalisco”, dijo Trinidad Padilla.
El Artículo 97 en su fracción X quedaría de la siguiente manera:
«El estudio de la localización de infraestructura física educativa y de salud, con la finalidad de delimitar a su favor y como medida preventiva, un área de restricción a la instalación de antenas de telefonía, que será reglamentada por los ayuntamientos”.
