CLAUDIO VARGAS
La Jornada (Imagen de archivo)
Sobrevivientes del autobús de la línea Alta Mar que cayó a un barranco en la carretera federal Chilpancingo-Tlapa, denunciaron que la empresa camionera está condicionando el pago del seguro de gastos médicos y el traslado de los pasajeros heridos, a que otorguen el perdón al responsable de la unidad.
Internada en un hospital de Chilpancingo, una de los 38 pasajeros, Kenia Lupercio Vargas, fue interrogada por un agente del Ministerio Público, aún convaleciente, para que explicara cómo fue que sucedieron los hechos.
La ayuda para pagar los gastos de hospitalización y traslado, así como la estancia, no ha llegado y ella, con sus propios recursos, se ha atendido sus heridas.
Lupercio Vargas, doctora de un dispensario médico de una comunidad de Tlapa, contó que al momento de que el chofer de la unidad perdió el control del autobús por el exceso de velocidad a que iba, se fue sobre uno de sus costados y cayó al barranco de unos 100 metros de profundidad; recordó que en una de las vueltas que dio salió proyectada por una de las ventanas y cayó entre las piedras y el monte.
Una hora después de que cayera en la parte alta de la barranca, recuperó el sentido; así como estaba, bañada en sangre, sacó su teléfono y llamó a su familia del puerto de Acapulco para pedir que mandaran una ambulancia a esa zona.
Entrevistado vía telefónica, el asesor jurídico de la empresa y responsable de atender la emergencia de los accidentados, Ernesto Medina, afirmó que hay disposición de la empresa para ayudar a quienes perdieron la vida en el accidente, así como aquellos que están heridos en distintos hospitales.
Sin embargo, han pasado dos días de la tragedia y el apoyo económico y médico no ha llegado por parte de la aseguradora Qualitas, que es la que prestó el servicio de seguro del viajero. Otros pasajeros heridos también dijeron, vía telefónica, que ellos han pagado los gastos porque no han recibido ninguna clase de ayuda.