México, 27 de abril 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Entre la censura, la represión y los asesinatos, México se mantiene como uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. Esto tiene todo el sentido. La desinformación provoca que el pueblo permita a delincuentes hacerse del poder, y una vez ahí, los mismos delincuentes se asegurarán que el pueblo se mantenga desinformado para perpetuarse en las cúpulas, a través de la censura y la represión a los periodistas que alcanza su más brutal manifestación en los asesinatos. Es un círculo vicioso causado por la ignorancia y la apatía del pueblo mismo.
El actual régimen usurpador ha demostrado esa verdad una y otra vez, consolidando a México –secuestrado por una mafia asesina– como uno de los países a nivel mundial con mayor riesgo para quienes se dedican a la necesaria tarea de informar y difundir la verdad –pocos en realidad, pero muy valientes.
En septiembre de 2014, la organización francesa Reporteros sin Fronteras(RSF) informó que México ya estaba ubicado como el más peligroso de toda América Latina, seguido de Colombia, Brasil y Honduras. En aquel entonces, RSF calificó a nuestro país como el «más mortífero para los periodistas en todo el continente americano: 81 periodistas fueron asesinados entre enero de 2000 y septiembre de 2014″.
El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), de acuerdo con la agencia Proceso, indicó hoy en su informe anual sobre los ataques a la prensa, que México se ha consolidado como uno de los países del mundo con mayores riesgos para los comunicadores. Los periodistas, según el informe, padecen doble violencia al hallarse justo en medio de los «gobiernos» represores y las pugnas del crimen organizado.
El informe detalla que en América Latina, México y Paraguay registraron la mayor cantidad de periodistas asesinados (tres) en 2014, por causas relacionadas al ejercicio de su profesión. Brasil les siguió con dos comunicadores ultimados también ese año.
Apenas el 24 de marzo pasado, la organización Artículo 19 reportó que en lo que va del actual régimen usurpador, se está registrando por lo menos una agresión al día contra algún comunicador. En contraste, en el régimen espurio de Calderón se registró una agresión cada dos días. Es decir, con Peña Nieto se ha duplicado la violencia contra reporteros y periodistas.
En su informe, Artículo 19 reveló que prácticamente en la mitad de las agresiones –48 por ciento– los responsables son “funcionarios” públicos, principales atacantes de los medios de comunicación ya sea de forma indirecta o través de agresores enviados.
Entre las agresiones recientes contra periodistas, debe sumarse el hostigamiento de la empresa Grupo MVS a quien fuera su colaboradora más importante, Carmen Aristegui Flores, que derivó en el despido de varios reporteros y la propia Aristegui, en una evidente represalia del régimen por la difusión del reportaje de la «casa blanca» de Peña Nieto.
Faltan tres años para que concluya esta pesadilla que en realidad NO terminará, porque ya se está fraguando la nueva imposición del clon chiapaneco de Peña Nieto en 2018. Si el pueblo decide de acabar con esta brutal represión contra los periodistas y el pueblo mismo, el momento de actuar es AHORA y no «en la próxima elección» o, peor aún, hasta 2018.
LA DESOBEDIENCIA CIVIL ES UN HONROSO DEBER CUANDO SE APLICA CONTRA LOS LADRONES DE LA ESPERANZA Y DE LA FELICIDAD DEL PUEBLO.
Con información de Proceso y NOTIGODÍNEZ