México, 5 de junio 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Un reportaje de la agencia Proceso reveló hoy que la «Cruzada contra el Hambre», programa insignia del actual régimen usurpador, ha servido principalmente para enriquecer a la eterna patrona del asesino de Atenco –Televisa– al entregarle recursos millonarios en publicidad.
El reportaje de Mathieu Tourliere difundido hoy en el portal digital del citado medio, cuantifica al menos al menos 485 MILLONES DE PESOS –dinero de todos los mexicanos– gastados por la dependencia usurpada por la mujer más corrupta de México, Rosario Robles Berlanga, para contratar spots en medios electrónicos, espectaculares, cápsulas radiofónicas y hasta mítines promocionando la «Cruzada» peñista que sólo ha servido para comprar votos, lucrando con el hambre de la gente más necesitada –generada por los propios usurpadores– al condicionarles el apoyo a cambio del sufragio por el grupo criminal que usurpa el poder.
La mayor parte de ese dispendio ha ido a parar a las cuentas de Emilio Azcárraga: 155 MILLONES DE PESOS en sólo año y medio, según Proceso.
Por ejemplo, en febrero pasado, Robles lanzó una onerosa campaña mediática para celebrar el «Mes» de la Cruzada Nacional Contra el Hambre (CNCH), saturando espacios en radio y televisión, pagando notas «periodísticas» para elogiar la Cruzada, contratando desplegados en diarios, anuncios espectaculares y hasta pantallas de los camiones interurbanos, metrobuses, cines y computadoras.
El costo al bolsillo de todos los mexicanos en aquel despliegue fatuo de mentiras y autoelogios, fue de 211 MILLONES 284 MIL 256 PESOS en sólo un mes, 7 millones y medio de pesos diarios en promedio. Con ese dinero, Proceso calcula que se habrían podido pagar las pensiones anuales de 33 mil 537 ancianos en el marco del programa «65 y más».
Por cierto, Televisa se embolsó prácticamente la mitad del total de recursos erogados en febrero: 102 MILLONES 259 MIL pesos por transmitir la insultante demagogia de su régimen usurpador en año electoral.
En diciembre de 2013 Sedesol ya había realizado una campaña similar, gastando entonces 62 MILLONES 752 MIL PESOS, de los cuales Televisa se embolsó 28 MILLONES 513 MIL PESOS. Y en junio del año pasado, otra vez el ridículo «Mes» de la Cruzada de Robles nos costó 136 MILLONES 939 MIL PESOS en publicidad falsaria. Para Televisa, fueron 24 MILLONES 390 MIL PESOS.
Este grotesco dispendio se suma no sólo al rotundo fracaso de la CNCH, sino al saqueo y desvío de recursos del presupuesto cuyo destino hasta el momento se desconoce. Por ejemplo, como se difundió en este medio también con datos de Proceso, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó esquemas de subcontratación fraudulentos que resultaron en el desvío de alrededor de 440 MILLONES DE PESOS del erario, derivados de convenios de subcontratación con universidades públicas de varios estados.
Todo este saqueo y dispendio se da en medio de una rampante crisis económica en el país. Apenas el 6 de febrero pasado, el asesino de Atenco anunció «medidas de austeridad» que se limitaban a recortar más de 124 mil millones de pesos en el presupuesto federal. Por supuesto, este recorte no aplicó para los pagos de publicidad a la patrona del usurpador, Televisa, desde Sedesol.
Refiere Proceso que incluso después de anunciada la «austeridad» peñista, Sedesol despilfarró 135 MILLONES 680 MIL PESOS por spots en televisión. Del total erogado, 102 millones y 27 millones fueron para a Televisa y TV Azteca, respectivamente, mientras que otras siete contratistas no identificadas se repartieron el resto.
Pero eso sí, a Pemex le recortaron el presupuesto y echaron a la calle a miles de trabajadores, como parte también de las medidas de la «contrarreforma» energética para beneficiar a las empresas subcontratistas.
Días después, Luis Videgaray exigió a los mexicanos que se preparan para «apretarse el cinturón», porque la crisis continuaría… y por supuesto el dispendio y el saqueo también. No sólo es la minita de oro de Rosario Robles, la caja «chica» del régimen usurpador para comprar votos, mientras enriquece Televisa y a las trasnacionales proveedoras de la basura transgénica que meten a las despensas (Pepsico, Monsanto, etc). También es el derroche en viajes, hospedaje, shopping y otros «viáticos» de súper lujo para el usurpador, su familia y numerosos acarreados; la compra de armamento a trasnacionales, las «casas blancas» y claro, los millonarios contratos de obra pública para las empresas consentidas del asesino de Atenco: OHL, Grupo Higa, la familia San Román, etc.
Más insultante aún es que esos criminales ni siquiera deberían estar ocupando esos cargos, robando y dilapidando la riqueza de los mexicanos en favor de sus jefes empresarios. Después del fraude de 2012 –por más que a algunos les moleste que les recordemos el fraude– el único lugar para esos individuos es la CÁRCEL. Son criminales que han venido incrementando el tamaño y la ignominia de sus delitos desde que usurparon el poder, la causa primera de todas las masacres, despojos y vandalismo constitucional que ha venido sufriendo nuestro país.
Pero también hay que decir que la responsabilidad final de todas esas tragedias, recae en el pueblo que las ha estado permitiendo sin oponer la menor resistencia. Su nula reacción frente a los inauditos crímenes a que ha sido sometido desde 2012, sólo motiva más a sus verdugos a seguir adelante con el abuso. Por tanto, el pueblo se vuelve cómplice al dejar que los delincuentes sigan operando sin hacer nada al respecto. ¡YA BASTA!
«LA DESOBEDIENCIA CIVIL ES UN HONROSO DEBER CUANDO SE APLICA CONTRA LOS LADRONES DE LA ESPERANZA Y DE LA FELICIDAD DEL PUEBLO.»
Con información de Proceso