México, 20 de junio 2016 (NOTIGODÍNEZ).- En menos de la mitad de un sexenio, el asesino de Atenco logró echar abajo una de las conquistas más importantes de los mexicanos que tomó décadas conseguir: la expropiación petrolera y la expulsión de trasnacionales voraces, saqueadoras, explotadoras y asesinas.
El diario La Jornada informó hoy que para la rapiña de nuestros yacimientos denominada «Ronda Uno» de la contrarreforma energética, en su cuarta etapa de —literalmente— subasta de bloques en el Golfo de México, ya están apuntadas las brutales trasnacionales British Petroleum (BP), Chevron, Exxon y Shell, conocidas como «Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis» debido al saqueo y desastres que han causado en todo el planeta.
Según el citado medio, ellas y otras nueve petroleras disponen ya de la información privilegiada sobre los yacimientos en aguas profundas del golfo, investigada por Petróleos Mexicanos durante varias décadas. A cambio de dicha información, las trasnacionales pagaron al régimen usurpador del asesino de Atenco, Enrique Peña Nieto, mil 381 millones 622 mil 324 pesos.
Las 13 empresas que se alistan a rapiñar dichos yacimientos cuya riqueza petrolera es incalculable, son Atlantic Rim, BHP Billiton Petróleo, BP Exploration, Chevron, Cobalt, ExxonMobil, Hess Oild and Gas, Hunt Overseas Oil Company, Premier Oil Exploration and Production, Shell, Sierra O&G Exploración y Producción, Statoil E&P y Total E&P, todas ellas con filiales en México y algunas creadas poco después de la promulgación de la contrarreforma energética.
Es el caso de Sierra Oil & Gas, creada en el año 2014 y poco después de que el congreso aprobara la contrarreforma espuria. Entre los socios de esa empresa se encuentra Hipólito Gerard Rivero, cuñado de Carlos Salinas de Gortari.
El pasado 10 de junio, pretextando falta de recursos e incapacidad técnica, Petróleos Mexicanos (Pemex) anunció que buscará compartir riesgos e inversiones con una empresa privada para las asignaciones que obtuvo de exploración y extracción en aguas profundas.
Se trata de las asignaciones AE0092 y AE0093, las cuales conforman el llamado bloque Trión ubicado en el Golfo de México y descubierto en 2012. Desde entonces se destinaron recursos de la nación para explorar e investigar las reservas del bloque, estimadas en 485 millones de barriles de petróleo crudo equivalente. Su profundidad se calcula en 2 mil 500 metros y una inversión estimada en 11 mil millones de dólares. Las beneficiadas con esa investigación desarrollada con recursos públicos serán, justamente, una o varias de las trasnacionales arriba listadas.
De hecho, La Jornada detalló que las empresas con la experiencia en ese tipo de yacimientos son precisamente Shell, BP, ExxonMobil y Chevron. Tal es su experiencia que en 2010, durante el saqueo del yacimiento de Macondo en el Golfo de México, BP derramó decenas de miles de barriles de petróleo por una falla en sus plataformas sumergibles, dejando como saldo 11 trabajadores muertos y el peor ecocidio petrolero en la historia. Miles de aves, tortugas, delfines y otros mamíferos y reptiles acuáticos murieron a consecuencia de la expansión de la mancha.
¿Cuál fue la sanción a esta empresa criminal? Una «multa» ridícula —que no terminó de pagar— y otras negociaciones con empresas estadounidenses. Aunque perdió parte de su capital, BP sigue operando impunemente en todo el planeta y ahora se meterá a nuestro lado del golfo, por cortesía del asesino que usurpa la presidencia.
La cuarta etapa de la ronda uno comprende 10 áreas localizadas en aguas territoriales y profundas del Golfo de México, dentro de las provincias petroleras Cinturón Plegado Perdido y Cuenca Salina.
Con información de La Jornada