TRADUCCIÓN: No son salarios, son viles migajas.
Carlos Acosta Córdova
Proceso
MÉXICO, D.F. (apro).- Los ingresos de los trabajadores mexicanos son los que tienen la calidad más baja entre los 34 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), destacó hoy el organismo.
En sus Perspectivas del Empleo 2014, que presentó este miércoles en su sede en París, Francia, señala que eso se debe a que “México tiene un promedio de ingresos relativamente bajo y es el tercero en términos de desigualdad en la distribución de ingresos”.
La OCDE estudia la calidad de los puestos de trabajo en los países miembros –explica el documento–, basándose en tres dimensiones: Calidad del ingreso, seguridad del puesto de trabajo y calidad del ambiente de trabajo, puestos de trabajo disponibles o en el número de personas que participan en la fuerza de trabajo.
Así, en el primer rubro, México resulta con la peor calificación. Pero más o menos la libra en los otros dos. Dice el estudio que “la calidad del ambiente de trabajo en México es comparable con la de otros países de la OCDE: los trabajadores mexicanos registran buen acceso a recursos y apoyo para llevar a cabo sus tareas aun cuando enfrentan relativamente altos niveles de demanda de trabajo”.
Asegura, por otra parte, que si bien las cifras oficiales de México señalan una disminución de la informalidad, lo cierto es que casi 60% de los empleos en México se encuentran en el sector informal.
De hecho, agrega, “muchos de los trabajos creados en los años que siguieron la crisis financiera global se generaron en el sector informal y las cifras de crecimiento del empleo esconden el hecho que ha sido principalmente en el sector informal.”
Esas dualidades, afirma, “afectan negativamente la eficiencia y la equidad de la economía en su conjunto. Los trabajadores en el sector informal son sujeto de mayor inseguridad; la informalidad limita las economías de escala y los empleadores en el sector informal dedican menos recursos a sus trabajadores, reduciendo el crecimiento de la productividad”.
Aunque no lo dice expresamente, la OCDE señala una de las razones por las cuales México tiene una baja tasa de desempleo abierto, de 5.2%, contra 8.1% promedio de los países OCDE, y es ésta:
“La facilidad con que los trabajadores mexicanos encuentran empleo también refleja la ausencia de un seguro de desempleo: Es común que los trabajadores deban buscar un empleo lo más rápido posible para recibir algún ingreso y evitar caer en situación de pobreza.
“En varias ocasiones, los trabajadores no tienen el tiempo de encontrar un trabajo que esté alineado a sus capacidades o nivel de estudios. Para los trabajadores, desalineamientos de este tipo significan menores ingresos y menor satisfacción laboral.
“Para los empleadores y la economía, significan desuso de capital humano, que significa menor productividad y mayor rotación”.
Además, afirma, “la necesidad de encontrar empleo por la ausencia de un seguro de desempleo también significa que muchos trabajadores entran al sector informal luego de haber perdido su trabajo en el sector formal.”
La OCDE menciona que “si bien la tasa de desempleo (en México) es baja, la tasa de empleo, de 60.9%, es también menor a la registrada en otros países de la OCDE”.
Agrega: “Muchos jóvenes y mujeres están excluidos de la fuerza laboral. Mientras que, en promedio, en la OCDE 62.7% de las mujeres están empleadas o buscando trabajo, en México este porcentaje alcanza 47.3%”.
El documento señala que casi 40% de las mujeres jóvenes en México no estudian ni trabajan o se capacitan (ninis), lo que corresponde con la segunda tasa más alta en la OCDE después de Turquía.