Luis A. Boffil Gómez
La Jornada
Mérida, Yuc., Unos 50 integrantes de la secta religiosa Casa de Dios Eben Ezer, con sede en el municipio maya de Dzidzantún (unos 100 kilómetros al oriente de Mérida) se encerraron en esa iglesia la tarde del 31 de diciembre, convencidos de que era “el fin del mundo”.
Uno de sus “profetas” vaticinó que un meteoro caería en las aguas de la playa Santa Clara, lo que provocaría un tsunami, del que sólo se salvarían quienes estuvieran en el templo, informó la secretaría de seguridad pública.
Los fieles se encerraron y colocaron tablas en puertas y ventanas.
Al ver que que no volvían, familiares pidieron la intervención de policías municipales y estatales, pues en la iglesia había 11 menores. Los agentes dialogaron con los representantes de la secta, quienes permitieron que salieran niños y adolescentes.