Por Gerardo Fernández Noroña
(@fernandeznorona)
El vídeo que muestra a la diputada Eva Cadena supuestamente recibiendo dinero para López Obrador pone en evidencia una deshonestidad monstruosa. ¿De Eva Cadena? Naa. ¿De López Obrador? Menos. ¿De quién entonces? De quien o de quienes están detrás de ese montaje.
Vayamos por partes. Desde la elección de gobernador, se soltó el rumor insistente de que MORENA había pactado con Javier Duarte. No les cabía en la cabeza que Cuitláhuac García y el hartazgo del pueblo veracruzano, le hubiesen dado un resultado tan positivo a MORENA y que ésta pudiera disputar la gubernatura del Estado de Veracruz.
Después, con la llegada de Yunes al gobierno veracruzano, y con la fuga pactada de Javier Duarte, se insistió permanentemente en que el ex gobernador del estado le entregaba dinero a López Obrador. Sin ninguna prueba, con una mala fe y una caradura increíbles, esta versión se llevó hasta un debate abierto del propio Yunes con López Obrador, sin que Yunes o Peña (cómplices de Duarte), mostraran una sola evidencia de este supuesto financiamiento.
Posteriormente, se dio la captura de Javier Duarte y volvió a surgir el rumor de la supuesta relación política de Duarte con López Obrador. La operación de la detención de Duarte fue tan burda, que prácticamente en todo el país la gente percibió la maniobra política detrás de este hecho. En su desesperación, al ver desnudada su maniobra política, Enrique Peña Nieto nos endilgó su vulgaridad: «ningún chile les embona».
Pero la determinación de vincular a López Obrador con Duarte se mantuvo, el guión no se modificó. Reitero, la maniobra fue tan burda, que las redes sociales se inundaron de imágenes de Duarte con Peña, de Duarte con Calderón, de Duarte con Margarita Zavala, de Duarte con Alfredo del Mazo; incluso de vídeos con éstos y otros personajes priístas y panistas sonrientes, hablando bien del hoy repudiado político veracruzano, de nombre Javier Duarte. En todas esas imágenes se decía que López Obrador estaba disfrazado de Calderón, Zavala, Peña, Del Mazo y un largo etc. Así las cosas, el que Duarte incriminara a López Obrador o algún oscuro militante de MORENA, no les serviría ya. Pero como dije, el guión debía continuar. Así las cosas, se ha presentado un vídeo donde la diputada veracruzana Eva Cadena, recibe dinero de un personaje desconocido -500,000 pesos a decir del vídeo- que irían a parar a manos, supuestamente, de López Obrador.
El vídeo es burdísimo. Después de los video-escándalos de 2006, es ridículo que alguien reciba dinero de esa manera, casi mostrando deliberadamente los paquetes y posando para la cámara. Por otra parte, 500,000 pesos es mucho dinero para una persona, pero es una cantidad ridícula para una campaña política, y mucho más ridículo, que alguien lejano al círculo de López Obrador, lo recibiera para entregarlo a éste.
Cualquiera que conozca al líder de MORENA sabe que es un hombre honrado. La utilización de esta mujer tiene varias finalidades. La obvia, intentar vulnerar la honestidad acreditada de López Obrador. Otra finalidad no menos perversa, es detener la apertura de MORENA hacia militantes de otros partidos. Al tener la diputada Cadena un origen panista, abre una crítica feroz sobre el pragmatismo de MORENA y fortalece una línea sectaria y de sospechas al interior de ese partido, para buscar cerrar los caminos que fortalezcan esa opción política con gente de muy diversos orígenes partidarios. De hecho, ha generado ya una verdadera histeria en las filas morenistas que puede dar como resultado un cierre de la suma de hombres y mujeres más allá de ese partido a la campaña de AMLO.
A pesar de que la maniobra se esperaba, de que el hecho es burdísimo y de que la acusación no se sostiene, no pocos simpatizantes y militantes de MORENA han caído en la trampa y ya se desgarran las vestiduras. No ven la hipocresía de las acusaciones de Felipe Calderón, de Margarita Zavala y de Enrique Ochoa Reza, que sin ningún recato, salen a cuestionar la honorabilidad de Andrés Manuel.
Es el vídeo de la Diputada Cadena, un vil montaje y es, una acción política deleznable, mentirosa, putrefacta y miserable. MORENA debe prepararse para intrigas, ataques y defenestraciones de una envergadura mucho mayor a la que están recibiendo. Las campañas por venir en su contra serán falaces, dolosas, perversas y de absoluta mala fe.
Bienvenidos a la política en tiempos canallas. Los ingenuos, los faltos de convicción, los débiles de formación, los faltos de carácter, los cobardes, poco podrán ayudar en esta batalla por salvar a la patria. Los que ya se hacían en «Los Pinos», espero que reflexionen y se den cuenta que debemos obligar a Enrique Peña Nieto a renunciar antes del 2018 y que, sin una rebelión no violenta de nuestro pueblo, no podremos acceder desde la izquierda al poder en nuestro país.
«El pueblo tiene derecho a vivir y a ser feliz».
Gerardo Fernandez Noroña.
México D.F. a 24 de abril de 2017.