Claudia Salazar
Reforma
Cd. de México, México (24 noviembre 2014).- Los diputados asignaron de manera discrecional y sin reglas ni criterios de urbanización los 5 mil millones de pesos del polémico Fondo de Pavimentación, vinculado a los moches.
La designación de los recursos no obedece a ninguna regla sobre criterios rezagos o urgencia para la realización de obras.
Cada grupo parlamentario definió diferentes criterios para que los recursos fueran etiquetados por sus legisladores.
Las asignaciones mayores se realizan por acuerdo entre varios legisladores, a fin de hacer bolsas cuantiosas para una sola localidad.
En promedio, fueron 10 millones por diputado, pero fuentes de la Cámara señalan que hubo legisladores que podían etiquetar más del doble de esa cantidad.
En la revisión del anexo económico sobre la distribución de los recursos del Fondo de Pavimentación se advierte la disparidad de cifras entre municipios, de lo cual no se conoce ninguna explicación.
Dicho fondo es el más cuantioso en el apoyo a los municipios para desarrollo regional, que se desprenden del Ramo 23, administrado por la Secretaría de Hacienda.
El Municipio con mayores recursos fue el de San Nicolás de los Garza, Nuevo León, con 105.4 millones de pesos.
Dicho monto representa el 30 por ciento de lo que se le dio a todas las alcaldías de ese Estado y es muy superior a los 7 millones otorgados a Monterrey, la capital.
A San Nicolás le siguen Comondú, Baja California Sur, con 101.5 millones de pesos; Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, con 90 millones, y Tijuana, Baja California, con 73.8 millones.
En la lista de los municipios más beneficiados, sin que medie criterio social o técnico, siguen Monclova, Coahuila, con 67.1 millones de pesos; Ciudad Juárez, con 49.3 millones; Perote, Veracruz, 50 millones; y Tonalá, Jalisco, con 44.2 millones de pesos.
Los municipios mexiquenses también fueron de los más beneficiados, como Cuautitlán Izcalli, Naucalpan, Neza y Tultitlán, con asignaciones por 68.4 millones, 53.5 millones, 55.5 millones y 36 millones, respectivamente.
En el Distrito Federal es evidente la discrecionalidad en las asignaciones.
A la Delegación Álvaro Obregón le aprobaron 46.8 millones de pesos y a Cuauhtémoc, 45.1 millones.
Venustiano Carranza, de extensión mediana en el DF, dispondrá de 37 millones de pesos, en tanto que a Iztapalapa, la demarcación más poblada del Distrito Federal, sólo le etiquetaron 28 millones de pesos.
A la delegación que peor le fue es Tlalpan, con solo un millón de pesos.
Los municipios con menores asignaciones son Carichi, Cisihuiriachi y Valle de Zaragoza, de Chihuahua, con 300 mil pesos cada uno; San Francisco del Rincón, Guanajuato, con 275 mil pesos; y los michoacanos Erongarícuaro, con 250 mil pesos; y Briseñas, con sólo 200 mil pesos.
En las asignaciones también se denotan las asimetrías en las entidades. Mientras a Aguascalientes, Aguascalientes, le aprobaron 23 millones de pesos, al Municipio de Tepezala sólo uno.
Si a Tijuana le dieron 73.8 millones, otros municipios de importancia de Baja California no tuvieron un trato igual, como Tecate, Mexicali y Ensenada, a las que les etiquetaron 20 millones, 3.5 millones y 10 millones, respectivamente.
Otro contraste es en Guerrero. El municipio mejor tratado es Acapulco, con 25 millones de pesos, mientras que Iguala sólo recibirá 2 millones.
En Chiapas, mientras a Tluxtla Gutiérrez le aprobaron 90 millones, los municipios de Chalchihuitán y Totolapa sólo dispondrán de un millón cada uno.
Los que más
San Nicolás de los Garza, Nuevo León: 105.4 mdp
Comundú, de Baja California Sur: 101.5 mdp
Tuxtla Gutiérrez, Chiapas: 90 mdp
Tijuana, Baja California: 73.8 mdp
Cuautitlán Izcalli, Estado de México: 68.4 mdp
Los que menos
Briseñas, Michoacán: 200 mil pesos
Erongarícuaro, Michoacán: 250 mil pesos
San Francisco del Rincón, Guanajuato: 275 mil pesos
Valle de Zaragoza, Chihuahua: 300 mil pesos
Cisihuiriachi, Chihuahua: 300 mil pesos