México, 1 de marzo 2015 (NOTIGODÍNEZ).- El diario Reforma dio a conocer datos del Comité Para la Libertad de los Presos Políticos y Contra la Represión Social en Puebla, que en su informe más reciente contabilizó hasta ahora 127 casos de presos políticos durante la gestión del represor panista Rafael Moreno Valle al frente del «gobierno» poblano.
El mencionado Comité fue creado para exhibir la conducta represora de Moreno Valle –quien aspira a la «presidencia» de la República — frente a conflictos sociales y manifestaciones contra las «políticas» de su administración. La agrupación está integrada por estudiantes y ciudadanía en general.
«Que se conozca que en Puebla se está criminalizando la protesta social y por otro lado, que el elector considere esto sabiendo las aspiraciones presidenciales que tiene nuestro gobernador«, dijo Carolina González, una de las integrantes del Comité, citada por el diario Reforma.
En su informe, el comité detalló también el estatus legal de cada una de las personas detenidas en represalia política por su activismo, libertad de conciencia y repudio a las decisiones contrarias al interés del pueblo poblano. Para realizarlo, contaron con el apoyo de organizaciones sociales y abogados defensores de los presos políticos.
La lista, según detalla Reforma, agrupa a los 127 presos en 16 casos y causas que incluyen conflictos agrarios, denuncias contra dependencias federales, lucha contra proyectos del mismo orden de «gobierno» e incluso por organizar movilizaciones en redes sociales contra el jefe de Moreno Valle, Enrique Peña Nieto. Sí, también por eso Moreno Valle ha ordenado detener a los poblanos: por organizarse en Facebook para decirle sus verdades al usurpador.
Algunos presos políticos fueron encarcelados por oponerse a decisiones de Moreno Valle que benefician a particulares (constructoras en su mayoría), como el retiro de mototaxis o la imposición del servicio local de Metrobús; por exigir la restitución del servicio del registro civil prestado por Juntas Auxiliares –decisión que derivó en el desalojo de Chalchihuapan, donde murió un niño–; por oponerse al parque de diversiones tipo «Disneylandia» en la zona arqueológica de Cholula y en el caso de Simitrio, líder de comerciantes, por participar en protestas sociales mientras cumplía una pre liberación.
Algunos de los 127 presos políticos fueron liberados sólo tras pagar fianzas que van de los 80 a los 500 mil pesos y continúan procesos legales que limitan su libertad.
Resalta el caso del activista de 90 años, Delfino Flores Melgar, quien falleció en una prisión estatal el 24 de junio de 2014, luego de ser detenido en 2013 durante un operativo policiaco de desalojo en el que resultó herido. El nonagenario activista fue acusado de encabezar a un grupo de fundadores de la colonia Ampliación Xilotzoni, en la ciudad de Puebla, sobre un terreno de 17 hectáreas reclamadas por los empresarios Luis Flores Carpenter y Alejandro Flores Pastrana, pero que –según información de la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano, (SEDATU)– forman parte de los bienes nacionales.
Durante su estancia en el penal de San Miguel, varias veces fue llevado a la enfermería con golpes que internos y custodios le propinaban. Sus familiares y abogados denunciaron tortura contra don Delfino al interior del Cereso.
Por su avanzada edad, el equipo legal solicitó al Tribunal Superior de Justicia que le permitiera al nonagenario llevar el proceso en arresto domiciliario, sin embargo el «presidente» del tribunal negó la petición por considerar al anciano como un «delincuente de alta peligrosidad».
En cambio, la brutal Rosa María Verduzco, «Mamá Rosa», explotadora y violadora de niños en su albergue «La Gran Familia» de Zamora, Michoacán, no sólo nunca piso la cárcel sino que fue declarada «inimputable» de cualquier delito por el entonces «procurador» cansado Jesús Murillo Karam. La mujer es amiga de Vicente Fox y Martha Sahagún, y sus nexos con priistas y otros «personajes» de la política fueron balconeados cuando se revelaron las condiciones infrahumanas en que mantenía sometidos a «sus hijos adoptivos».
En fechas recientes se dio a conocer que la anciana ya está operando otro «albergue» y recibiendo donativos.
Con información de Reforma
