Esta tomografía muestra además el daño grave que sufrió el niño por el impacto y confirma que fue una bala de goma y no un «petardo».
Jorge Castillo
Intolerancia Diario (Foto: Proyectiles recolectados por los habitantes luego de ser reprimidos. Especial)
Tras conocer la versión oficial del desalojo morenovallista. Intolerancia Diario contactó a especialistas en medicina legal y traumatología —que por cuestiones de seguridad solicitaron mantener sus nombres en el anonimato—. Analizaron las fotografías, el video del niño herido y la primera tomografía, realizada antes de someterlo a la cirugía.
El calificado médico legista observó que en las fotografías y el video se nota claramente que no existen quemaduras ni en la ropa ni en el cabello del niño, lo cual descarta que la herida pudiera haber sido provocada por la explosión de un cohetón.
Además, explicó el especialista, que es notorio el orificio en la parte superior izquierda del cráneo, lo que hace pensar que se trató de un impacto de algún proyectil no explosivo a larga distancia.
Por otra parte, el experimentado médico traumatólogo puntualizó que en la tomografía se observa una fractura expuesta del cráneo, además de residuos óseos al interior de la cavidad craneal, lo que lo llevó a concluir que se trató de un impacto de un proyectil a alta velocidad, para haber logrado penetrar hasta la masa encefálica.
En ambos casos, los especialistas descartaron que se trate de lesiones provocadas por un cohetón y, por el contrario, los lleva a concluir que se trató de un proyectil de características desconocidas.
Para completar la investigación, Intolerancia tomó como muestra los proyectiles recabados en el lugar de los hechos, de los cuales aparece un proyectil de goma, con alas estabilizadoras y de calibre 12, el cual fue comparado con las armas antimotines catalogadas por Amnistía Internacional como letales.
