Juan Carlos G. Partida
La Jornada
Guadalajara, Jal. La estatua de Marcelino García Barragán en la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres amaneció este 2 de octubre manchada de pintura roja. Luego, un letrero con la palabra “asesino” que le colocaron jóvenes militantes del Movimiento de Regeneración Nacional, le completó la mañana a la efigie instalada en el centro de Guadalajara.
La pintura roja fue arrojada desde el miércoles, poco antes de medianoche, como ha sido la constante cada año cuando se recuerda la matanza de estudiantes en Tlatelolco durante el régimen de Gustavo Díaz Ordaz en 1968, con García Barragán como secretario de la Defensa Nacional.
Esta mañana durante un acto para repudiar la presencia de García Barragán en el monumento dedicado a “los jaliscienses esclarecidos”, jóvenes de Morena recordaron cómo este personaje fue el encargado de llevar a cabo la represión y asesinato a mansalva de cientos de personas en la plaza de las tres culturas.
Alertados por la pintura roja, una veintena de policías estatales y municipales a bordo de cinco unidades estuvieron resguardando el acto, mientras empleados del ayuntamiento de Guadalajara desmanchaban el pedestal. Un despliegue de unos 30 empleados públicos y al menos 7 unidades para proteger la estatua.
Por la tarde las manifestaciones para recordar el 2 de octubre menudearán también. A partir de las 16.00 horas estudiantes de la normal rural Miguel Hidalgo de Atequiza, Jalisco, realizarán una marcha que culminará en plaza de armas y en la que se reclamará lo sucedido en contra de alumnos de su hermana escuela de Ayotzinapa, Guerrero.
Más tarde, a las 18.00 horas, la asamblea estudiantil de la Universidad de Guadalajara (disidente de la corporativizada Federación de Estudiantes Universitarios), colectivos ciudadanos, anarquistas y miembros de Morena tienen programada otra marcha.