México, 19 de julio 2014 (NOTIGODÍNEZ).- Finalmente las «autoridades» reynosenses dieron con la identidad de la mujer cuyo cuerpo fue hallado el pasado viernes abandonado en un basurero.
En las instalaciones del SEMEFO municipal, el esposo de la víctima reclamó el cadáver de quien fuera en vida su pareja sentimental, a quien encontraron ejecutada en una ladrillera de la colonia Rancho Grande. El hombre dijo desconocer las causas de esa horrible tragedia.
De acuerdo con el diario local Media Hora, el cónyuge de la occisa, identificado como Tomás Reyes Camacho de 45 años de edad, compareció ante el fiscal de la agencia séptima de investigación para identificar y reclamar el cuerpo de su esposa, asesinada de un tiro en la cabeza y cuyo cuerpo fue encontrado en un predio ubicado en la calle Jaime Nunó con Praxedis Balboa de la colonia Rancho Grande, frente a dos ladrilleras abandonadas.
En su declaración ministerial, indicó al fiscal que desde hacía 25 años estaba casado con la mujer que en vida respondiera el nombre de María Guadalupe Meléndez Gutiérrez, con domicilio en la la colonia la Cañada de la ciudad de Reynosa, en Tamaulipas.
Refirió, de acuerdo con el diario citado, que su esposa salió de su casa rumbo a su trabajo alrededor de las 17:00 horas del pasado 15 de julio y desde entonces ya no supo nada de ella.
Su esposa trabajaba en una casa donde cuidaba a una señora de edad avanzada, y aunque aseguró que ni el ni su familia tienen enemigos, dijo desconocer si su fallecida esposa tenía problemas con alguien.
Informó también que ella tenía que trabajar debido a que él se encuentra enfermo y dispone de la incapacidad correspondiente para ser excusado de su trabajo.
Conforme a los primeros resultados periciales, las autoridades de la Policía Ministerial señalaron que a la víctima no se le encontraron huellas algún tipo de violencia adicional al disparo en la cabeza que le cobró la vida. Las causas del feminicidio siguen siendo un misterio, pues el cuerpo de la mujer aún portaba joyería de cierto valor –una esclava de oro y un anillo de diamante– descartándose un asalto como el móvil del asesinato.
