- Pidiendo aventones regresan los tres jóvenes a su casa en Llano Perdido, informan
- En Tecpan, el DIF municipal les dio víveres, ropa y dinero para su pasaje, asegura el director
RODOLFO VALADEZ LUVIANO
La Jornada
Tecpan, 9 de octubre. Tres jóvenes indígenas de Ometepec llegaron a esta ciudad luego de descubrir que fueron engañados por quienes les ofrecieron trabajo en la comunidad de La Palma, en Sinaloa. Su recorrido a su tierra natal lo han hecho “como han podido”, pidiendo la ayuda de la gente y de las autoridades de los pueblos a los que llegan.
Simón Abad Calleja, de 19 años de edad; y los hermanos Arturo y Leonel Mendoza Madero, de 16 y 17 años, respectivamente, llegaron a Tecpan el miércoles por la noche. Venían de Lázaro Cárdenas, Michoacán. Se quedaron aquí porque el chofer del tráiler que les dio el aventón sólo llegaba a esta ciudad, en donde a pesar de los intentos del DIF de Tecpan por contactar a gente del ayuntamiento o del DIF de Ometepec, jamás pudo hacerlo, según contaron.
Su regreso a la comunidad de Llano Perdido, en Ometepec, inició hace 15 días cuando descubrieron que quienes los contrataron para trabajar en los campos de Sinaloa, en la siembra de jitomate, les mintieron; según contó Simón, les prometieron que les pagarían 3 mil pesos semanales, les darían alimentación y una casa donde vivir, y luego de dos semanas de trabajo les quisieron dar 400 pesos semanales, sin incluir las comidas, “lo que no nos alcanza ni para comer, por eso decidimos regresar a nuestras casas”, abundó.
Contó que los tres formaron parte de un grupo de aproximadamente 15 pobladores de Llano Perdido que decidieron irse a trabajar a Sinaloa por la falta de empleo que hay en su municipio. “Algunos éramos de mi pueblo y otros, de Oaxaca, pero llegando a La Palma vimos a varios que viven en pueblos de Costa Chica que estaban trabajando en lo mismo”, agregó.
Sin embargo, al descubrir que les mintieron, decidieron emprender el regreso sin contar con un peso en la bolsa, lo que los llevó a pedir aventones en la carretera.
Narró que primero llegaron a Guadalajara, donde la gente les dio comida y agua, y los ayudó a llegar a la carretera para seguir el camino. Luego, continuó, llegaron a Zamora, Paracho y Uruapan, en Michoacán, hasta llegar a Lázaro Cárdenas donde intentaron buscar trabajo en el campo para ganar dinero con el cual pagar sus pasajes de vuelta a Ometepec, sin éxito.
Dijo que ante la falta de oportunidades, decidieron continuar. Siempre de aventones con los traileros que los llevaban hasta donde llegaba su ruta.
Finalmente llegaron a Tecpan y se dirigieron al DIF municipal, donde, de acuerdo a lo que informó el director, Ricardo Martínez, recibieron alimentos, ropa y calzado nuevo, así como ayuda económica para pagar sus pasajes hasta Ometepec, donde jamás, dijo, pudieron contactar a ninguna autoridad del DIF o del ayuntamiento para reportar la situación de los jóvenes indígenas.