Interjet, Aeroméxico y Volaris, las aerolíneas que más quejas tienen por discriminación en el AICM

Sara Pantoja
Proceso

MÉXICO, D.F. (apro).- De 2011 a la fecha, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) ha recibido 33 quejas de pasajeros contra aerolíneas nacionales y extranjeras y el propio Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) por distintos actos de discriminación.

El caso más reciente fue denunciado el pasado 26 de mayo por integrantes del grupo musical Panteón Rococó, a quienes personal de Interjet les pidió cubrirse sus tatuajes para poder abordar el avión “por políticas de la empresa”.

En entrevista con Apro, Ricardo Bucio Mújica, presidente del Conapred, explicó que Interjet encabeza la lista de quejas por discriminación con 11 casos, y le siguen: Aeroméxico y Volaris, con ocho cada una; Viva Aerobús, con dos, y Air France, Aeromar, Lan Arilines, con al menos un caso, igual que el AICM.

La principal causa de las quejas interpuestas por pasajeros, –21 de las 33– fue la falta de accesibilidad para las personas con discapacidad. El funcionario comentó el caso de una persona que utilizaba silla de ruedas que funcionaba con una batería, pero el personal de la aerolínea no permitió que ésta viajara en el avión.

En otro caso, una persona en silla de ruedas que se valía por sí misma, no le permitieron viajar sola, sino que le exigían ir con un acompañante para que respondiera por ella o bien, que firmara una carta responsiva.

La segunda causa de las quejas recibidas fue de discriminación por condiciones de salud y edad. Según Bucio Mújica, hay casos en los que personal de las aerolíneas impide el abordaje al percibir que las personas “son muy grandes de edad y van solos”.

Hay quienes suponen, agrega, que el Síndrome de Down, por ejemplo, es una enfermedad que impide el autocontrol y por lo mismo, las personas que nacieron con él, no pueden viajar en un avión. “Esto no debe ser, la discapacidad no debe verse como una enfermedad o un padecimiento”, aclara.

Los pasajeros también han sido obstaculizados para abordar el avión por su apariencia física, por ejemplo, por tener tatuajes a la vista o por llevar indumentaria indígena. Incluso, aunque en menos proporción, han sido discriminados por su condición social y económica, embarazo, identidad de género y por ser de talla pequeña.

De acuerdo con el Conapred, las quejas interpuestas se han clasificado por la afectación a los derechos de trato digno, accesibilidad, prestación de servicios al público, trabajo, igualdad de oportunidades y el derecho a la salud.

Datos del Consejo reportan que 2013 fue el año con más quejas al acumularse 21. En 2011 sólo hubo seis y en 2012, cuatro. En lo que va de este año, se han contado apenas dos.

En respuesta a la discriminación, el 23 de mayo del 2012, el Conapred emitió la Resolución por Disposición 02/12 dirigida a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) para que se adoptaran diversas medidas administrativas y puntos resolutivos que obligaran a las aerolíneas a dar servicio sin discriminación y que existieran mecanismos de supervisión al respecto.

Pero como los casos no cesaban, el 20 de noviembre de 2013, se publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) la Circular Obligatoria CO SA-09.2/13 “Lineamientos para la accesibilidad de las personas con discapacidad y/o movilidad reducida a las infraestructuras aeroportuarias y al servicio de transporte aéreo”.

El plazo para que las aerolíneas –nacionales e internacionales que operan en México– asuman por completo estos lineamientos y emitan sus protocolos de atención a usuarios se cumple en junio, advierte Ricardo Bucio.

Incluso, agrega, la ley federal para prevenir la discriminación ya contempla la imposición de medidas de reparación del daño, no sólo a instituciones públicas, sino a particulares a quienes se les dictan medidas vinculantes, es decir, que signifiquen sanciones económicas.

Las quejas que se han hecho públicas en los medios de comunicación y la presión que ejerce la opinión pública influyó para que en el proceso de conciliación con una aerolínea se firmaran convenios para fomentar la cultura por la igualdad y la no discriminación, así como al respeto de los derechos de las personas con discapacidad.

Además, se acordó eliminar la carta responsiva cuya firma era una condicionante para que las personas con discapacidad pudieran viajar solas; se impartió a los empleados un curso de sensibilización y no discriminación y prestación de servicios a personas con discapacidad; entre otros temas.

Ricardo Bucio, presidente del Conapred, lamenta que sigan presentándose casos de discriminación en las aerolíneas. “Hay quienes no todavía no han calculado lo que puede representar en pérdidas económicas el discriminar a los pasajeros, porque al final de cuentas, todos son consumidores”, comenta.

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