Leovigildo González
Quadratín
MORELIA; MICH. 16 de agosto de 2014.- Los principales problemas que aquejan a comerciantes y hoteleros del Centro Histórico, es la prostitución que se presenta en inmediaciones del primer cuadro de la ciudad, así como personas drogándose en la vía pública, por lo que afirman eso ahuyenta el turismo.
En entrevista, Juan Carlos conocido como Satanás, quien es franelero desde hace varios años en inmediaciones de la antigua Central Camionera, afirma que para él la prostitución es uno de los principales problemas del Centro Histórico.
“Aquí pasan familias con sus hijos y no es una buena imagen para ellos, ver que haya prostitución en las calles, los niños no son tontos, además de que los hoteles que hay en el Centro Histórico ya no son de paso por que esos ya se encuentran en las orillas de la ciudad” dice el franelero.
En lo mismo coincidió José conocido como Pepito otro franelero, quien señaló que el problema que hay en inmediaciones del antiguo inmueble, sin duda es la prostitución y drogadicción, e incluso acusa que los policías permiten que personas se droguen en la vía pública.
“Le dices a los policías que alguien está tomando o drogándose y ellos responden, pues llévenselos a su casa por lo que uno mejor se retira” dice Pepito.
Explica que el problema de la prostitución en el primer cuadro de la ciudad es la prostitución, ya que hay hombres y mujeres sexoservidoras, pero eso se ve mucho más en la noche.
Antonio Quezada Rangel comerciante de la zona explica que la gente ya no quiere acudir al Centro Histórico y sobre todo en la zona de la antigua Central Camionera justamente porque hay prostitución, drogadicción y los franeleros les dicen groserías a las mujeres.
“Nos ahuyentan los clientes con ese tipo de imagen y no sólo los comerciantes, también padecen lo mismo los hoteleros y esto a dos cuadras de la avenida Madero y del primer cuadro de la ciudad” dice el comerciante.
A decir de las tres personas entrevistadas, el antiguo edificio de la Central Camionera es utilizado por vándalos para drogarse o tomar, y por prostitutas para ofrecer sus servicios, todo esto en la vía pública, sin que haya un control.