Cevallos califica consulta del NAIM como «acto de corrupción y prostitución de la democracia»

México, 23 de octubre 2018 (NOTIGODÍNEZ).- El panista Diego Fernández de Cevallos, alias «El Jefe», eterno detractor del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, arremetió de nueva cuenta contra el tabasqueño ahora por la consulta sobre el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).

A través de una columna titulada «¿Respetable o despreciable?», publicada en el pasquín Milenio, el «Jefe Diego» se lanza rabiosamente, como es su costumbre, contra López Obrador, cuestionando la pertinencia de invertir recursos en consultar a los mexicanos sobre el destino de la obra aeroportuaria.

Para abrir boca, el panista plantea que la decisión de cancelar las obras que actualmente se realizan en Texcoco para trasladarlas a la base aérea de Santa Lucía, sin mediar consulta alguna, habría sido más respetable por parte del presidente electo. Como tal cosa no ocurrirá, Fernández de Cevallos acusa un «acto de corrupción» del nuevo gobierno en su pretensión de «simular» que pregunta al «pueblo bueno y sabio» para no tomar directamente su decisión.

«Al tiempo que anuncia combatir implacablemente la corrupción (lo que resulta impostergable y todos debemos apoyar) iniciará su mandato con un acto de corrupción singularmente obsceno: simular una ‘consulta’ (así, entre comillas) al ‘pueblo bueno y sabio’ (así, entre comillas) para que en éste recaiga la responsabilidad de decidir el futuro de la aviación mexicana. Pilato se lavará las manos», reniega el «Jefe Diego», acusando de corrupto al presidente electo y, de paso, insultando la inteligencia de los mexicanos.

Enseguida, antes de presentar una serie de cifras para comparar la participación que tendrá la consulta con la afluencia de votantes en la pasada eleccion -acusando con ello irrelevancia en el ejercicio-, el panista califica de «sainete», «simulación» y «pantomima» la «tal» consulta, llegando al extremo de señalar que, a través de ella, se «prostituye la democracia».

«Es insuficiente este espacio para referir lo que tiene de sainete, de simulación y de pantomima la tal ‘consulta’, y para señalar esa prostitución en el ejercicio de la democracia directa o participativa (con tantas bondades que la verdadera tiene)», refunfuña Fernández de Cevallos.

Luego detalla una serie de cifras para realizar una comparación fútil sobre la consulta y el proceso electoral de julio pasado.

«Baste decir que en las pasadas elecciones se instalaron 156,807 casillas para 89 millones 332 mil 31 electores, y ahora, para el mismo universo llamado a decidir, se dispondrá de mil 73 casillas durante cuatro días. Pregunta obligada: ¿para la elección federal fueron demasiadas casillas, o para la ‘consulta’ son, a todas luces, insuficientes?

«En el primer caso cada casilla tenía un padrón de mil 119 electores; en el segundo, es imposible que cada una pueda recibir la opinión de 36 mil 534 ciudadanos. Si aproximadamente 99 por ciento de los empadronados no podrá opinar, estamos ante una estafa».

Y remata:

«Se hará lo que diga ‘el dedito’ con ‘honestidad valiente’… y así arrancará la transformación de cuarta».

Opinión:

El mamarracho Fernández de Cevallos inició su rabioso berrinche asegurando que habría respetado la decisión de AMLO si éste la hubiese tomado de manera directa. Incluso plantea que «se habría sentido orgulloso de su presidente». Todos sabemos que miente descaradamente. Por el contrario, si AMLO hubiese impuesto su decisión, la oligarquía, sus esbirros pri(an)istas y los «medios» derechistas se habrían volcado iracundos contra el tabasqueño, con Diego Fernández de Cevallos en primera fila acusándolo de «autoritario», «arbitrario», «dictador» y estupideces similares. Cualquier cosa que haga el Peje será criticada ciegamente por esa caterva de criminales. Mucho hay que criticarle al viejo, ciertamente, pero esa bola de delincuentes no tiene ni un ápice de autoridad moral para ello.

Peor aún, su pretenciosa e insultante frasecita de «prostitución de la democracia» para referirse al ejercicio de consultar a los mexicanos, es otro insulto más de ese criminal contra el pueblo «bueno y sabio», al que desprecia profundamente. Ahí tienen exhibida la clásica mentalidad retrógrada de los delincuentes de «derecha». Se creen superiores al pueblo y consideran que éste sólo sirve para ser su esclavo, callar y obedecer. A la escoria Cevallos no le molestan los fraudes de sus cómplices -Carlos Salinas, uno de ellos-, pero consultar a la ciudadanía le parece que es «prostituir la democracia». Viejo imbécil y miserable. ¿Cuándo reaccionará el pueblo para poner a este delincuente donde merece, la CÁRCEL?

Con información de Milenio

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