Nuevo León, el magisterio y el Bronco

Por S. Molina
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Nuevamente el magisterio de Monterrey sale a realizar una manifestación contra la reforma educativa, en medio del incremento de la delincuencia en Nuevo León. Hace unos cuantos días se reportó el asesinato a mansalva de una edecán. Ayer se reportó una balacera en San Pedro Garza García cerca de un súper mercado. Las estadísticas muestran según reportes de otros medios de comunicación, que se ha incrementado en un 80% los homicidios en el primer trimestre de 2016; asaltos a bancos se han triplicado, y en general, todos los delitos, excepto asaltos a casa habitación, muestran alzas.

Sin embargo, las pocas intervenciones periodísticas que ha tenido Jaime Rodríguez “El Bronco” fue para mencionarles a los trabajadores asalariados de la educación:

«Que no hagan lo mismo que pasa en Oaxaca, Nuevo León no es Oaxaca, la gente de Nuevo León debe mostrar una cordura diferente, una cordura mejor, hoy mamá y papá trabajan y si no manda al niño a la escuela les generamos un problema». (…) «Cualquier maestro que falte a una escuela, será reducido su salario como cualquier trabajador, no vamos a permitir que nadie falte».

Analicemos las implicaciones. Afirma que “no vamos a permitir que nadie falte”; en otras palabras, implica que los profesores están obligados a trabajar, pero no hablamos de una obligación ética o por necesidad de obtener los recursos materiales para la vida, sino una obligación porque así ellos lo disponen y de lo contrario, implica, que se puede recurrir al uso de la fuerza del Estado para obligar a las personas a trabajar, de lo contrario, no podría cumplirse su argumento.

Pues no, a nadie se le puede obligar a trabajar si no lo desea; solo en una dictadura se llevan a cabo eficazmente esas declaraciones.

El meollo es; ¿estamos ante una coacción contra al magisterio? Uno de los contraargumentos que se menciona, palabras más palabras menos, consiste en que la Ley se aprobó siguiendo todos los procedimientos correctos y fueron consultados los representantes del sindicato de profesores, conocido como el SNTE. Pero la realidad a veces dista mucho de la formalidad jurídica; piense en algo como: “El nuevo reglamento de la empresa fue consultado con el sindicato blanco empresarial y fue aprobado, y por tanto, todos los trabajadores deben obedecerlo”. Si cree que esta conjetura es un tanto descabellada, le recordamos sobre el caso de Wal Mart en el amparo directo 1180/2008 y la imposición de convertirse en “Tienda de Raya” al más estilo Porfiriato. Y por supuesto, misteriosamente esta resolución solo aplica para el trabajador que ganó la demanda, para los demás no, a menos que realicen todo el gasto dinerario en ganar el juicio, por ello algunos teóricos le llaman «derecho burgués».

El artículo 22 de la nueva ley docente afirma: dará lugar a un Nombramiento Definitivo de base después de seis meses de servicios sin nota desfavorable.

Pero la ley no menciona si en estos 6 meses se recibirá el pago correspondiente a su trabajo, y los jueces aplican lo que dice la ley, y si no lo dice, no lo aplican. Simplemente piense usted que el empresario lo contrata y lo tendrá a prueba durante 6 meses, y del salario nada se menciona; algo como si un profesionista estuviese realizando nuevamente sus prácticas profesionales o su servicio social.

Y agrega el art. 22 durante un periodo de dos años tendrá el acompañamiento de un tutor designado por la Autoridad Educativa.

Es decir, luego de estar bajo prueba 6 meses, ahora estará bajo prueba durante 2 años, pero, ahora sí, la ley es clara y se tendrá el salario correspondiente.

Pero continúa el art. 22: cuando al término del periodo se identifique su insuficiencia en el nivel de desempeño de la función docente, se darán por terminados los efectos del Nombramiento, sin responsabilidad para la Autoridad Educativa

En forma más cruda, lo despiden sin derecho a reclamar nada de sus derechos laborales; ni siquiera el pago de los días trabajados en la semana antes de ser despedido. En este párrafo la ley es clara cuando se trata de un decremento en las condiciones de trabajo: En conclusión, no basta aprobar la evaluación del examen. Y por supuesto, como es de esperarse, sobre la permanencia del servicio docente

Art 53: En caso de que el personal no alcance un resultado suficiente en la tercera evaluación que se le practique, se darán por terminados los efectos del Nombramiento correspondiente sin responsabilidad para la Autoridad Educativa

¿Ante estas situaciones del mundo real, cómo proceder? Para eso existen otros mecanismos jurídicos que, vale la pena mencionar, han nacido por la realidad histórica de las relaciones de producción entre trabajadores asalariados y empresarios capitalistas; no han salido de la manga ni llegado de los cielos, son la experiencia acumulada de la problemática entre la lucha de las condiciones laborales.

Existen dos derechos aparentemente enfrentados: el derecho a la huelga y el derecho de los niños a la educación. La chusma académica y los fascistas de clóset creen que uno está encima del otro. Ambos derechos deben respetarse y el estado debe garantizarlos; ¿están en huelga los profesores? Entonces el gobierno tiene la responsabilidad de enviar a los niños a otras escuelas que no estén en huelga, que para eso se le otorga un presupuesto financiado por los impuestos; ¿Por qué no lo hace? Por el momento el Estado de Nuevo León está ocupado en otorgar financiamiento multimillonario a empresas capitalistas como Kia Motors, además de exención, condonación, pago de cursos y otros usos de nuestros impuestos que, dicho sea de paso, se presume que son a un nivel tan obsceno, que no se han atrevido a transparentar todo el contrato.

Pero supongamos que no se tiene el presupuesto por razones menos sospechosas. ¿Y si las escuelas están muy lejos? Entonces los padres de familia en conjunto con el Estado deben pagar una escuela privada. ¿Qué no les alcanza a los padres de familia? La solución es que le exija a su patrón capitalista un aumento de su salario, en vez de estar exigiendo que se viole la ley y los derechos laborales.

¿Qué no pueden exigir mejoras salariales porque se les despide? Ya es harina de otro costal; parece que hemos llegado al meollo del asunto. Reflexionemos entonces, ¿Quién es el que realmente tiene el poder? ¿El Estado de Nuevo León?, ¿O los empresarios capitalistas, de los cuales, algunos, reciben gigantescas subvenciones? Parece que hemos llegado a lo que los teóricos llaman: «El Estado Burgués». Y el estado burgués, no es más que la cooptación (secuestro) de las instituciones públicas por algunos capitalistas para usarlas para su beneplácito; y un capitalista es todo aquel que contrata y usa trabajo asalariado para la producción de mercancías o servicios para su venta.

S. Molina. Junio 30 de 2016.
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Colaboración externa para NOTIGODÍNEZ. Foto (derecha): Protesta de los maestros en Monterrey, tomada por S. Molina el 30 de junio de 2016

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