México, 11 de abril 2016 (NOTIGODÍNEZ).- Habitantes de San Francisco Xochicuautla, Estado de México, despojados hoy por la fuerza de sus tierras para beneficio de la constructora favorita de Peña, Grupo Higa, habían alterado desde marzo pasado sobre represalias en su contra, luego de que obtuvieran un amparo contra el proyecto carretero Toluca-Naucalpan que Peña entregó a su compadre y jefe Juan Armando Hinojsa Cantú, dueño de Higa.
De acuerdo con una nota del portal Revolución 3.0, publicada el 14 de marzo de este año, activistas indígenas narraron las incidencias de la batalla emprendida desde que el asesino de Atenco, Enrique Peña Nieto, entregó en 2006 la concesión del citado proyecto a Grupo Higa. Fue hasta febrero de este año que el Poder Judicial de la Federación concedió la suspensión de las obras, lo que representó una «victoria legal» importante para el movimiento de defensa de los bosques otomíes en Xochicuautla.
No obstante, la ley es letra muerta en este país, y los habitantes afectados lo tenían muy claro. ¿Por qué habría Peña Nieto de actuar con legalidad, si de entrada se robó el cargo que está usurpando? En tal sentido, denunciaron la posiblidad de agresiones y hasta asesinatos en su contra.
“Después que el Poder Judicial de la Federación concedió la suspensión, la comunidad tiene la posesión legal del territorio expropiado, es decir, que ni la empresa ni el gobierno del estado pueden hacer algún tipo de acción, eso ya no es de ellos, no tienen respaldo legal alguno, pero esto significa que al no continuar las obras y perder lo invertido llegan las represalias.
«Porque la suspensión no fue definitiva, por lo que ahora puede haber afectaciones para que la lucha se detenga y puedan continuar con la carretera. Y es que las agresiones y amenazas han existido ya, en contra de quienes resisten y han estado desarrollando el proceso legal en contra de la empresa», explicó un activista al medio aquí citado.
A su vez, habitantes expresaron su temor sobre lo que finalmente ocurrió el día de hoy:
“Ahora más que nunca tenemos miedo que el poder político y la empresa se nos venga encima, nos pueden hasta matar, quien manda es el mismo que les regaló las tierras a la constructora, nadie nos protege, la Comisión Nacional de Derechos Humanos se fue alejando hasta ya no querer saber de nosotros, nos abandonó, aún teniendo información que habíamos estado siendo hostigados y amenazados.
«La violencia en nuestra contra siempre estuvo presente, desde el día en que nos posicionamos en que no nos iríamos de ahí, no dejaríamos lo nuestro, y daríamos nuestra vida por ello. Aunque a nosotros nos respalda la razón a esa empresa la respalda la corrupción y Peña Nieto, ellos tienen poder, pero nosotros la verdad, hemos ganado, pero no podemos saber si sobreviviremos, ahora solamente nos queda el apoyo de la sociedad civil y las organizaciones que nada tengan que ver con el gobierno, porque todo lo que se relaciona con éste, no va a hacernos justicia”, alertaron.
En efecto, maquinaria de la constructora Teya, filial de Grupo Higa, pertrechada por granaderos del Estado de México, invadieron este día los territorios amparados y desmantelaron el campamento otomí que los defendía, destruyendo viviendas y expulsando con violencia a los habitantes del lugar.
Con información de Revolución 3.0
