México, 23 de junio 2015 (NOTIGODÍNEZ).- ¿Muy bueno el «partido»? ¿Muy contentos por que «Segob analiza expulsar a la peruana Laura Bozzo»? Sí, esa nefasta extranjera debe ser echada de nuestro país y encarar a la justicia en el suyo, por corrupta y delincuente, pero…
Mientras los criminales en el poder logran su objetivo de distraer a la «prole» con ese asunto, la contrarreforma a la ley de salud avanza subrepiciamente para privatizar los servicios –mal que bien– ofertados hoy gratuitamente y, de concretarse, tendrá como una de muchas consecuencias brutales el dejar sin atención médica a 60 millones de derechohabientes que padecen alguna enfermedad crónica cuyo tratamiento es costoso. También eliminaría derechos y obligaciones de los empleados de confianza, a causa de la homologación de los servicios al Seguro Universal.
De acuerdo con el medio informativo LaTarde, el «Seguro Universal» causaría que más de 60 millones de derechohabientes pierdan el derecho a la seguridad social, debido a que las unidades médicas sólo darán atención básica a las denominadas «enfermedades prioritarias» –como si la salud pudiera priorizarse– relegando a pacientes con cáncer, diabetes, obesidad y otras de tratamiento largo y de por vida.
Estos pacientes tendrían que pagar una póliza de seguro para continuar sus tratamientos, de un modo similar a como son hoy atendidos los enfermos en Estados Unidos: empresas privadas aseguradoras –que a su vez son propiedad de los bancos– se encargan de gestionar las diferentes pólizas de cobertura médica –quien paga más tiene acceso a mejores servicios– y canalizar a sus afiliados a consultorios, laboratorios y nosocomios también privados. La salud se convierte así en un negocio redondo de empresas que además brindan pésimo servicio, enriqueciéndose a costa de saquear y estafar a los enfermos.
Para justificar la falsa «necesidad de inversión privada» en las pocas instituciones de salud pública controladas actualmente por el Estado, como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o el Instituto de Servicios de Seguridad Social para Trabajadores del Estado (ISSSTE), líderes sindicales y altos funcionarios del sector salud saquean el presupuesto, desfalcan y hacen convenios para beneficiar a empresas privadas, enriqueciéndose ellos mismos en el proceso de quiebra de ambos institutos.
Asimismo, limitan el acceso a medicamentos, niegan el necesario mantenimiento a las unidades e infraestructura y sabotean la actividad médica.
La contrarreforma que plantea homologar los servicios médicos, «afecta a los más de 410 mil trabajadores activos y 240 mil jubilados del IMSS, debido a que el contrato colectivo de trabajo se elimina para convertirse en un contrato de condiciones generales de trabajo, esto estipulado por la Cláusula 12 Bis del Estatuto de Trabajadores de Confianza ‘A’ de nuevo ingreso del instituto», según denuncias del presidente del Movimiento de Trabajadores del Seguro Social, Jubilados, Pensionados y de Confianza, Ismael Bautista.
Pacientes y trabajadores de salud por igual serán afectados con esta contrarreforma que, todo parece indicar, será avalada nuevamente sin oposición alguna en la próxima «legislatura». Para evitarlo, o en su caso para revertirla con el resto de las contrarreformas traidoras y entreguistas, el pueblo tiene la oportunidad de derrocar a los perpetradores este 14 de octubre sumándose al PARO NACIONAL, pues no hay otro camino.
«LA DESOBEDIENCIA CIVIL ES UN HONROSO DEBER CUANDO SE APLICA CONTRA LOS LADRONES DE LA ESPERANZA Y DE LA FELICIDAD DEL PUEBLO.» PARO NACIONAL 14 DE OCTUBRE.
Con información de La Tarde
Me uno al paro pues mi esposa y yo tenemos 75 años y medio y nos afectariangravemente estas disposiciones
Todo lo que el presidente haga, está bien analizado por expertos en la materia.